Mamá.

932 180 20
                                    

Al despertar bostezó y estiró su cuerpo, nunca antes había dormido tan bien, se sentía con tantas energías, sentía algunos cosquilleos en su mejilla, como si alguien lo hubiera tocado, pero creía que fue solo por haber dormido de costado. 

Cuando no encontró a su amigo en la habitación, fue un poco inseguro a buscarlo, llegó a la cocina y solo observo al pelinegro hablando con su madre, estaba por dar vuelta e irse a esconder en la habitación, pero fue lento y Baji apenas lo vio lo llamó. 

—¡Kazutora! Ven, vamos a desayunar. 

Kazutora mordió su lengua, ya había sido descubierto y no podía hacer nada, nunca creyó que caminar llegara a ser difícil, cada paso que daba lo hacía respirar con dificultad, estaba inquieto.

—Mi Kei me habla siempre de ti.— Habló la mujer cariñosamente mientras servía el desayuno en dos platos. —Puedes quedarte a dormir las veces que quieras, siempre y cuando deben de avisarme primero. ¿Okey? Necesito saberlo para dejarles algo de comer por si llego tarde del trabajo. 

—¡Mamá!— Se sintió avergonzado por el apodo con el cual solía ser llamado por su madre, le gustaba que lo llamara así, pero no frente a otras personas, mucho menos frente a Kazutora. 

"Femenino" Fue lo primero que se le vino a la mente al oír tal apodo, no sabía como reaccionar a esa consideración. 

—Gracias...— Susurró jugando con sus manos debajo de la mesa, cuando le pusieron el plato con waffles cubierto de mermelada de fresa y algunos arándanos, su estomago soltó un rugido, sus mejillas se ruborizaron. 

—Adelante, puedes comer querido.— Soltó una risita mientras limpiaba sus manos y fue a buscar su maletín, debia de ir a trabajar. —Se hará tarde, Kei los ingredientes están preparados en el refrigerador, no te olvides de cocinar tu almuerzo, coman bien y no busques problemas Keisuke.— Amenazadora fue hacia Kazutora besando su cabeza y seguido la de su hijo. 

—Si mamá.— Obediente asintió y se despidió de su madre, le tenia gran respeto y un poco de miedo a su progenitora. 

Cuando la mujer salió del departamento, ambos niños se quedaron solos, Kazutora comenzó a comer el desayuno, no sabía como, pero le encantaba comer waffles con mermelada de fresa, solo podía pensar que era coincidencia. 

—Así que, Kei. ¿Eh?— Se burló mientras seguía deleitándose el paladar, también bebía del jugo de piña que había dejado preparado la madre del contrario. 

—Cállate, a ella le gusta llamarme así, no puedo hacer nada.— Se resignó haciendo un pequeño puchero, también comenzó a comer el desayuno preparado por su madre. 

No recordaba cuando fue la última vez que había comido un desayuno recién hecho, solo consumía alimentos calentados por el microondas, también había presenciado como era la atención de una madre, Baji era muy afortunado. 

Precario. || Drabbles  「BajiTora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora