Clamor.

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Hace días que había regresado al reformatorio, no quería comer, solo se mantenía en su celda durmiendo la mayor parte del tiempo o reteniendo las ganas de llorar distrayendose al autolesionarse, no sabía si era de día o de noche, pero su insalubre rutina fue interrumpida por una visitá, cuando fue guiado hasta la habitación donde recibían a las visitas, vio a la rubia sentada al otro lado de la ventana de protección, sin ninguna expresión, se sentó en la silla observándola, realmente no esperaba su visita. 

—¿Qué haces aquí? 

Emma jugaba con sus dedos, su apariencia no se veía para nada bien, estaba delgado, con ojeras, tenía lastimado los brazos y podía ver como sus labios estaban agrietados, no pudo soportar no llorar, se culpaba por no haberlo ayudado y buscar otra solución a lo que había hecho. —¿Por qué no me lo contaste?— Sollozo limpiando sus lagrimas con sus manos. —Soy tu amiga, debiste venir a mi, pudimos buscar una mejor forma para solucionarlo. 

—La traición es parte del ser humano. ¿Cómo sabría si tú no lo cubrías?— Sonrió amargadamente, no quería ver a nadie. —¿Amiga? Solo estuve a tu lado por lastima, deberías de aprender a no confiar en las personas, después de todo siempre te abandonaran.— Se levantó y caminó hacia la puerta para poder irse, no queria seguir viéndola llorar porque le causaba un gran dolor en el pecho. 

La rubia lloraba hipeando, no queria que el otro se fuera sin haber conversado adecuadamente, tenía que decir el motivo de su visita. —Baji... sigue vivo.— Habló algo entrecortado por el llanto, de su cartera sacó un pañuelo para limpiar sus lagrimas y soplar su nariz. —Él estuvo inconsciente durante tres días, él quiere verte... Mikey esta enojado con Baji y Draken no puede controlarlos.

Kazutora al oír el nombre del pelinegro se detuvo y escucho todo lo dicho por la contraria, Baji aún seguía con vida y deseaba verlo. ¿Y si solo era un engaño? Si fuera cierto. ¿Por qué querría ver aquel que lo apuñaló? 

—Por favor, no hagas lo que tienes en mente... ¡No me importa si no confías en mi! ¡Yo seguiré viniendo a verte! 

Kazutora estaba harto de su terquedad, desesperado rasco su cabellera, una voz desagradable le hacía doler la cabeza, irritado de sus lloriqueos y gritos fue hacia la ventana comenzando a golpearla. —¡Ódiame! ¡¿No entiendes que maté a tu hermano?! ¡Despréciame y no vuelvas!— Golpe tras golpe, haciendo que la ventana comenzara a tener grietas y sea manchada por la sangre que salpicaba de sus nudillos, las lagrimas se deslizaron por sus pómulos. 

El oficial que estuvo en la misma habitación agarró al de mechas, lo retuvo en la pared colocándole las esposas detrás de su espalda, Emma seguía llorando asustada, estupefacta veía como se llevaron al contrario y este seguía gritando de que no regresara, Kazutora necesitaba ayuda, y se enojaba con ella misma por no tener lo necesario para ayudarlo. 

Precario. || Drabbles  「BajiTora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora