El domingo está sirviéndose un vaso con agua cuando por encontrarse distraído deja caerlo al piso, logrando que el cristal se haga pedacitos y tenga que agacharse para limpiar el desastre, intentando no sentirse tan tonto por estar haciendo todo mal desde que la vida se le fue al infierno, y no ayuda mucho que Namjoon llegue a la cocina asustado por el ruido, preocupado por lo que ha pasado.—¿Te hiciste daño?.
—Estoy bien..
Siente su cuerpo cerca cuando le quita la escoba y el recogedor para ser él mismo quien limpia el desastre, haciendo que se sienta inútil, como si fuese un maldito consentido que necesita que siempre lo estén cuidando.
—Debes tener más cuidado.
—¿Puedes dejar de decirme eso?—lo encara molesto, sirviéndose otro maldito vaso con agua esta vez sin romperlo.—Estoy harto de que me trates como si fuera de cristal.
Namjoon lo observa molesto, también harto de esa situación que los mantiene tan tensos.
—Solo te digo que tengas cuidado.
—Estás sobreprotegiéndome.
Namjoon le sonríe, aunque está evidentemente enojado, lo cual empeora cuando el mayor le da la espalda, provocando que se le acerque por detrás, sometiéndolo contra la mesada, y logrando que gima sobresaltado, disfrutando su cercanía después de semanas en sequía sexual de su cuerpo.
—¿Desde cuánto te volviste tan insolente?.—lo escucha susurrar en su oído, provocándole deliciosos escalofríos que lo recorren entero.
Gime satisfecho, porque ese es su chiquillo, con esa mirada violenta que hace que le tiemblen las piernas antes de contestar.
—Desde que has vuelto y no me tocas.
Namjoon se ríe, apresando fuerte su cintura, mientras se pega más a su cuerpo, con la entrepierna presionando su trasero.
—¿Es eso?—sube las manos, recorriendo su pecho.—¿Estás molesto por qué estoy en casa y no te he follado?.
Asiente derretido, cerrando los ojos de placer por sentirlo cerca, casi sollozando porque su chiquillo lo está acariciando.
—Te necesito, Nam..
Este gime, aún recordando los puntos débiles de su cuerpo, totalmente enojado por la discusión y las peleas previas, también extrañando su precioso cuerpo. No importa que hayan roto, o que se hayan lastimado porque tenerlo lejos es una tortura peor que cualquier otro significado absurdo que lo haya resentido.
—¿Quieres que este tonto te ayude?—no se puede resistir a acariciar sus esbeltas piernas mientras lo ve asentir desesperado por su contacto..—Jin hyung eres tan precioso cuando ruegas que te folle, y me resulta imposible decirte que no.
Lo escucha gemir, olvidando lo que les rodea, y dejándose tocar a su voluntad. También mandando a la mierda la lógica que les grita que no es lo correcto.
Alza la mano para dejarla caer en un fuerte azote en su trasero, acercándose después a embestirlo aún por encima de la ropa.—¿Esto es lo que te hace falta?.
El mayor asiente, gimoteando de placer, con lágrimas en los ojos que le ruegan que no se detenga, así que como el chiquillo complaciente que es, obedece. Toca con manos traviesas su trasero, quitando de a poco su ropa, dejando algunas mordidas suaves sobre su espalda, bajando luego a probar su agujero, reduciendo al abogado a un manojo de nervios, que se deja tocar a su antojo.
Lo encuentra cerrado, con los reflejos tensos, y aún así sabe delicioso, como lo recuerda.
—¿Quieres que alivie el dolor, amor?.
Desliza los dedos por su precioso culo, acercando la lengua a su estrella rosada mientras Jin asiente satisfecho, recostandose en la mesa, alzando las caderas hacia su boca para que pueda probarlo a gusto, siendo la imagen demasiado erótica para un dominante Namjoon que siempre ha adorado devorar su cuerpo, follando con la lengua ese agujero estrecho antes de penetrarlo.
No importa si están peleados o incluso en algún momento terminaron porque el deseo es el mismo y Jin se derrite cuando lo toca.
—Estás tan estrecho, hyung..
Está temblando de deseo cuando se incorpora, embrujado por ese agujero que sabe delicioso, tomando luego su cabello para acercarlo a su cuerpo, aún de espaldas a su pecho, sosteniéndolo fuerte, restregando la erección contra sus nalgas, y deseando follarselo ya mismo de no ser porque también desea disfrutar un poco más el encuentro.
Dios, es que lo ha extrañado demasiado y tampoco puede resistir estar bajo el mismo techo y no tenerlo, no obstante no hará nada sin su consentimiento, ni obligarlo a satisfacer sus deseos.
—¿Puedo continuar?.
Jin no cree que lo esté pidiendo, demasiado a gusto con su cercanía como para negarse, pero asiente una y otra vez, demostrando que no está quejándose de nada que pueda hacerle después de semanas sin tenerlo cerca.
—Puedes hacer lo que desees, cielo. Lo sabes.
Namjoon lo toma del cuello, apretando fuerte mientras le besa, y empuja su erección hacia su cuerpo, bajando una mano para masturbarlo, buscando mezclar la rudeza con el placer que pueda volverlo loco.
Se quita la ropa apresurado, volviendo a tocarlo en cuestión de segundos, restregándose contra su culo antes de hacer cualquier movimiento que los lleve a perder todavía más los estribos, y es que no puede creer como ha caído de nuevo.
—Esto no significa que hayamos arreglado algo..
Jin está demasiado excitado como para comprender el trasfondo de sus palabras, no obstante se aferra a su cuerpo, enredando las piernas en su cadera, deseando terminar lo que ya iniciaron, sin importar las consecuencias que tengan o que signifique entre ambos estos tropiezos.
—Follame, Nam. No me importa lo demás. Solo hazlo...
El más chico obedece, acercándose a besarlo, siendo el contacto tan íntimo, a la vez que apresurado que lo impulsa a perder la cabeza hasta terminar dentro de su cuerpo, volviendo a hacerlo suyo desde su ruptura, siendo el dueño de sus sollozos y lágrimas de placer, junto a susurros queditos que piden por más a cada embestida.
Lo ve disfrutar dejando de lado las preocupaciones, y entregando su cuerpo como en el pasado, haciendo que pierda los sentidos como esa primera vez que lo tuvo bajo sus brazos, siendo una entrega ahora más violenta que los hace gruñir en la cocina de lo que quieran o no es el hogar que vio nacer su relación, así como ahora es el mismo que tiene el poder de juntarlos de nuevo, y cuando los movimientos son más rápidos, y el orgasmo llega, lo puede besar con la soltura que aprendió desde que lo conoce, haciendo que se sienta a salvo de tenerlo de nuevo.
Porque están destinados a entregarse al deseo, y solo deben descubrir si también se arriesgan a amarse después de todo lo que vivieron.
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Inefable.© [Namjin]
FanfictionDonde Jin es un daddy bastante sumiso que quiere que un hombre como Namjoon se lo folle, y el más chico no cree que algo así sea posible. ¿Por que, que acaso los daddys no son quienes dominan?. Namjoon duda en aceptar porque no quiere a nadie metido...