Conexión

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¡Mierda!.

Jin gime frustrado ya que estaba tan cerca de perder el control que, aborrece a quien sea que ha tocado la puerta, haciendo que Namjoon se ría de él mientras le ve desde arriba, como un puto depredador bajo su presa.

Maldito mocoso que sabe cómo volverlo loco y gracias a la interrupción no ha podido hacerlo.

Jin admite soportar todo porque con nadie ha sentido esta conexión que siente con él y le gusta demasiado experimentar algo así.

—Dame un momento..—le pide, poniendo las manos en su pecho para empujarlo con delicadeza, no sin antes dejar un beso fugaz en sus labios.—Déjame ver que quieren.

Namjoon obedece, marcando su distancia mientras el abogado indica al intruso que pase, revelando que, se trataba del mismo hombre que estaba con él hace unos minutos, lo cual causa de nuevo una sensación molesta en su pecho pues le atiende con interés, casi como si fuesen cercanos, y aunque no le sorprende pues es obvio que al ser compañeros de trabajo se lleven bien, si se siente posesivo ya que nadie en su sano juicio puede querer ser solo amigo de un ser tan atractivo y precioso como Jin. Sin embargo sus celos no son excesivos sino jodidamente inquietantes, yendo a parar en un abismo de pasión que, le permiten una vez estando solos de nuevo: acercarse a él y someterlo con lujuria.

—¿Por qué eres tan irresistible?—le toma de la mandíbula, rozando sus alientos seductor.—¿Por qué eres un puto coqueto?  ¿Y por qué le sonríes así a ese tipo?.

Afortunadamente el mayor comprende sus intenciones pues ve sus ojos llenos de deseo, y no se aterra, tomando todo como lo que es: un cal juego de seducción.

Pasando después a negar con inocencia, deseando que pierda la cabeza y le castigue como seguramente desea.

—Estaba trabajando nada más. Son asuntos del buffet.

Namjoon le roza los labios con la punta de la lengua, poniéndolo más caliente antes de soltarlo y ordenar:—Ponte de pie..—su voz siendo ronca y autoritaria, haciendo que el mayor se sienta jodidamente débil ante su tono, y obedezca inmediatamente, quedando frente a él como la presa dócil que por supuesto es.

El peliplatino entonces le sonríe, orgulloso de saberlo dominar mientras se acerca, enredando una mano en su cabello, y apresándolo por detrás para someterlo contra el escritorio, y dejar besos en su cuello volviéndole loco de inmediato.

—No hagas ruido, amor.. Se darán cuenta que te hago gemir como una puta—le susurra al oído, logrando un efecto contrario pues eso solo hace que Jin gima con más fuerza, y quiera gritar por las ansias de deseo que lo poseen. Haciendo que el más chico se ría, y castigue su osadía con una nalgada suave en su bonito trasero.—Estás siendo desobediente, cariño..

Este niega, casi sollozando pues ahora sus manos se han colado bajo su pantalón, desabrochando su cinturón para llegar a su miembro que, poco a poco se endurece bajo su tacto. Y lo próximo que sabe es que el más chico se ha puesto de rodillas para chuparlo, haciendo que gima de nuevo, echando la cabeza hacia atrás, e ignorando que debe comportarse porque está en su lugar de trabajo. Y es que las sensaciones son demasiadas pues las lamidas en su ingle y la manera en que Namjoon le devora son exquisitas. Lo hace de manera lenta, sabiendo marcar un ritmo sensual que le enloquece, pues, mientras el menor prefiere ser brusco y recibir un oral rápido, Jin disfruta de la paciencia y toques lentos con la lengua.

Son evidentemente dos polos opuestos que logran equilibrar sus fantasías para complacer al otro.

Alcanza gracias a ello fácilmente el orgasmo cuando Namjoon le bombea con un ritmo medio, a la vez que tiene la punta de su miembro contra sus delgados labios; logrando que se vacíe sobre ellos mientras susurra bajito su nombre y alcance las estrellas en cuestión de segundos, cayendo casi desmayado hacia él, de no ser porque lo sostiene, levantándose deprisa.

—No es justo que me hagas esto en el trabajo, Nam..—gimotea agotado, recostando la cabeza sobre su hombro, mientras Namjoon como puede busca un pañuelo en su escritorio y le asea un poco antes de subirle los pantalones y acomodar su cinturón de manera correcta.

Además de estar sonriendo como un cabron por hacerle perder el control en cualquier situación.

—¿Hubieses preferido que me fuera sin tocarte?.

El mayor una vez más niega, regalándole una somnolienta sonrisa.

—Me gusta.. pero no es lo correcto.

Hace un puchero hacia sus labios para que Namjoon le bese haciendo que, obedezca y lo levante para dejarlo de nuevo en su lugar no sin antes enredar las manos en su cabello y verlo con violencia.

—Iré hoy a tu apartamento y terminaremos esto, ¿ok?.

El abogado asiente como un tonto,  demasiado perdido en la increíble conexión que existe entre ambos, con las mejillas encendidas debido al placer que le provoca, pues no solo es un efecto de su orgasmo sino el hecho de tener un chico tan apuesto como él de frente, siendo tan complaciente y rudo al tocarlo que: le embrutece.

—Te veré esta noche..—susurra bajito, antes de dejarse besar una vez más y verlo partir.

—Te veré entonces, bonito.

***

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Inefable.© [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora