Inefable.© [Namjin]

Electricidad

El momento es aún increíble Jin, quien no puede creer que lo tenga de vuelta, se siente más tranquilo pues aunque el chiquillo aún se encuentra tímido y un tanto retraído, sigue siendo el mismo y está regresando de a poco a su vida.

Despertar juntos después de semanas de su ruptura fue apresurado, con sonrisas nerviosas y movimientos torpes por su parte, hasta desaparecer en el baño con la firme promesa de bajar por el desayuno luego. Es aún ese chico adorable y testarudo que conoció hace casi un año, y le gusta tanto que por ello sigue aferrado a poder recuperarlo.

Compartir la mesa es por primera vez un momento cómodo desde que volvieron a verse, tan pegajosos como nunca, con el mayor dando caricias leves a su tobillo por debajo de la mesa, logrando que se ponga más nervioso.

—¿Confías en él?.—Hoseok le pregunta cuándo se ha enterado de lo sucedido al venir a verlo por otros asuntos.

—Lo hago..—contesta en voz baja, observando hacia Namjoon que se encuentra trabajando en la otra punta del salón, lo que parece ser magnético pues este también hace lo mismo, compartiendo entonces una conexión inexplicable que los hace sonreír como un par de adolescentes.—Es un buen chico.

—Fue muy duro contigo.

—Tenía razones. Soy un hombre de palabra y admito que arruiné las cosas al fallar a su confianza. No lo estoy justificando, solo admito que era necesario ese escarmiento para no volver a hacerlo.

El abogado Jung no sabe como reaccionar pues nunca lo vio aceptar sus errores con tanta madurez.

—Si te hace feliz solo espero que lo resuelvan.

Nadie más que ellos saben lo que sucedió en su relación, por lo que es justo darles un momento para sanar.
Seokjin siente con mayor ahínco esa electricidad cuando se quedan solos de nuevo y el chico le trae una bebida, a la vez que se recuesta a su lado en el sofá en el que se encuentra, curioso por lo sucedido y aprovechando a tenerlo cerca.

—¿Que te dijo?.

El abogado se ríe como un tonto nervioso mientras se aferra a su pecho, como si fuera la primera vez en hacerlo.

—No hablamos mucho del caso, pero todo sigue igual. Aún no tenemos fecha para el juicio.

El asunto con Baekhyun es incierto, pues aunque este permanece callado, no quita la posibilidad de que sea un riesgo, y la denuncia sigue en pie hasta poder lograr llevarlo a prisión de nuevo.

—Me molesta lo lento que avanza todo.

Seokjin se sube a su regazo, midiendo con suavidad sus movimientos, porque sabe que está de nuevo reconociéndolo, como si caminase por terrenos nuevos, y sonríe, atreviéndose a darle un beso, mientras el chico le corresponde nervioso.

—Ya no pensemos en eso, necesito tenerte un poco más.

Las chispas de electricidad son muy fuertes ahora que el enojo ha disminuido, y se besan como adolescentes, con sonrisas tontas y sonrosos vergonzosos, como si.. se conocieran de nuevo.

Por la tarde Namjoon está contento mientras recibe la visita de Jungkook en su trabajo, a quien le ha contado lo sucedido, recibiendo reprimendas por su parte que sigue afirmando que fue muy testarudo.

—Jin es un buen tipo, y te quiere de verdad, así que espero que si lo estás viendo otra vez sea porque lo has perdonado con sinceridad, y no lo lastimes.

Asiente, avergonzado por lo sucedido, no viéndose a si mismo vengándose de Seokjin por los problemas que tuvieron.

—Aún tenemos que hablar de lo que pasó, pero te aseguro que si le he dejado entrar es porque ya asimilé las cosas, y es por ello que necesitaba tiempo.

Jungkook sonríe, tomando venganza por todos.—¡Te tardaste mucho, cabrón!.

Namjoon sabe que lo hizo, no obstante que fue necesario para poder ver a Jin de nuevo con más calma, sin estar molesto por lo sucedido, ni desquitar la frustración contra él, quien al fin y al cabo siempre ha querido cuidarlo, así que se promete también: recuperarlo.

Sabe entonces que el tiempo separados era necesario pues cuando regresa de nuevo a casa puede sonreírle con sinceridad, dejándose arrastrar hacia sus brazos que lo reciben con calidez, con Jin aún un tanto tembloroso, con las mejillas sonrosadas y el cabello revuelto junto a sus luceros brillando de verlo, como si se conocieran de nuevo.

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