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Una de sus mayores virtudes siempre fue manejar los temas importantes con una pisca de hielo. Siempre enfocado en la lógica y no en absurdos líos sentimentales, aunque se le acuse de insensible pues no ve porque esté haciendo algo malo, aunque tampoco se desentiende de la culpa, ni se siente superior a los demás por lo que ha logrado. Quiere compartir de hecho mucho de lo que tiene con el hombre a su lado, y no le importa que sea tímido ante estas cuestiones porque debería de usar la lógica y aceptar la ayuda que merece.

El dinero es lo más importante en el mundo, y deberían dejar de subestimarlo. Jin cree de hecho que los que reniegan de su importancia son los que no tienen demasiado para disfrutarlo.

Ha aceptado una fina pieza de joyería que le gusta demasiado, agradecido con el detalle porque sabe que le gusta usar accesorios en su cuello, al igual que aretes, o pulseras en las manos, aunque debe admitir que no le gusta ver a Namjoon gastando. El trabajo está marchando bien al punto de dejar una buena ganancia en su dinero, y aunque Jin nunca renegó de sus regalos que consistían en perfumes y joyería preciosa, el pequeño ha alegado querer darle lo mejor, estos regalos le han encantado, y solo lamenta hacerlo gastar demasiado, lo que le recuerda que aún debe decirle algunas cosas.

—Quiero comentarte algo..

Namjoon está contento esa noche y lo sustenta de la cintura mientras salen del cine donde tuvieron una cita maravillosa, y le ofreció ese costoso regalo.

—No reniegues por favor amor, que tú mismo me has enseñado a no quejarme del dinero.

Es irónico que es de ello justamente que desea hablarle.

—No me estoy quejando. Me ha gustado mi regalo, y me acordé que también quería ofrecerte algo.

—¿Ah si?—el menor le sonríe, acercándose a besarlo.—¿Que tienes para mí, luz?.

Jin se derrite con esa sonrisa de marcados hoyuelos y dientes blancos, porque todo está marchando tan bien y Namjoon definitivamente ha cambiado, lo que le ha dado valor para soñar con que no habrá problema si de pronto le recuerda ese mal hábito, no obstante cuando se ha decidido a contárselo: una tormenta cae sobre ellos y no precisamente para ayudarlos.

Escuchan aplausos provenir del estacionamiento donde se encuentran, y quizá es el destino pero escalofríos siniestros lo recorren entero ante ello, ya que aunque aún no sabe porque apareció después de tanto: reconoce a Baekhyun saliendo de un auto

—Lucen adorables..

No puede evitar encogerse en los brazos de Namjoon porque Dios, ha pasado tanto desde que lo vio que no resiste este asalto.

El menor sin embargo gira, aún sin soltarlo, y busca encarar los cojones que ha tenido para volver cuando está casi acabado.—¿Eres idiota o que mierda?. Tienes una orden de alejamiento contra mi novio y no deberías acercarte a él ni un metro.

Baekhyun le sonríe, no siendo consiente o no dándole importancia a ello.

—Suelo regresar cada ciertos meses y encontrarlo con un nuevo hombre. Es curioso que aún no lo hayas dejado.

—Vámonos por favor..—Jin suplica, no deseando entrar a este juego que solo logra dañarlo.—No me importa lo que diga, solo vamos..

Afortunadamente Namjoon también parece de acuerdo en no permitir que usurpe su tiempo después de una cita tan maravillosa, así que por un momento le dan la espalda y intentan avanzar hacia el auto, con la idea en mente de alertar a la policía de que ha violado su acuerdo, no obstante Baekhyun los detiene.

—¿Por qué no le dices la verdad?.

Jin se queda congelado, y es su reacción la que hace que el menor se llene de intriga, permitiendo que les haga daño.

—¿Decir qué?—pregunta pero Seokjin se adelanta, acercándose con los ojitos desorbitados, el miedo latiendo dentro de sus venas, y la sensación de perderlo siendo más fuerte que otra cosa.

—No pasa nada, cariño. No lo escuches—le asegura, sin embargo el intruso tiene mucho que decir.

—Por favor no seas patético y cuéntale lo que has hecho.

El mayor siente como Namjoon se molesta y da dos pasos hacia delante, protegiéndolo con su cuerpo y enfrentando lo que sea que Baekhyun quiera al molestarlos.

—Ya me tocaste los cojones, largarte.

El intruso le sonríe.

—No seas idiota y deja de jugar a la casita feliz, a Jin le fascina manipular para que todo esté a su favor y tú eres solo un muñequito más en su vida a quien solo usa a su conveniencia.

Jin ve con horror como Namjoon le suelta un puñetazo, y ante una escena de violencia se queda visiblemente congelado, no creyendo haberlo visto así antes, ni siquiera cuando fue arrestado.

—¿¡Que graznas, imbécil!?.

Baekhyun apenas se ha movido y limpia la sangre espesa que baja de su labio antes de soltar toda la mierda con la que seguramente cree que puede acabarlos.

—Date cuenta. Te tenía en la mira desde antes, y planeaba comprarte desde el primer momento.

Namjoon se ríe, intentando que no le afecte el momento.

—¿No tienes otra excusa para molestar?. Ya tuve suficiente de eso, e incluso lo he superado. Jin no hace nada que no quiera, ni mucho menos a mis espaldas.

Baekhyun gira la cabeza hacia un lado intentando descubrir si en serio cumplen todo lo acordado en el contrato.

—¿Por eso pagó tu préstamo estudiantil?—que golpe tan bajo.—Es una técnica bastante sutil para tenerte a su lado ahora que te has graduado, lo admito. Funcionó muy bien cuando lo hizo conmigo.

Jin se queda congelado una vez más, y es que así no son las cosas y no ve como es que este golpe se le presenta cuando merecía la oportunidad de aclararlo por si mismo.

—No, no—toma a Namjoon por las mejillas, inmediatamente  buscando desmentir esa atrocidad.—Eso no es verdad, cielo. Lo sabes.

Namjoon parece inquieto, aún turbado por todo lo sucedido, pero lo toma de la cintura, buscando su mirada porque han pasado tanto tiempo juntos y han cedido demasiado a las reglas de su contrato como para crear ahora mentiras entre ellos.

—Claro que no. Por supuesto no lo harías, ¿verdad?.

El intruso se ríe, pero poco importa. Jin se enfoca en alejarlo del lugar, y lejos de todo mal entendido que lo pueda lastimar.

—Yo no lo haría—le repite  angustiado.—Y tú, cállate. No te metas en mi relación.

—Lo que quieras, amor. Pero yo si te perdono así que cuando quieras vuelve a mí—sonrie asintiendo inocentemente, aprovechando la situación en dónde Namjoon parece golpeado por un evidente shock, quizá tratando de recordar los pagos que ha hecho en la universidad.

Jin logra llevarlo hacia el auto, y hacer que se suba, todo a una velocidad increíble, para pronto subirse a su lado, no sin antes mirar en dirección hacia ese hombre que arruinó todo, deseando arrancarle la cabeza por haber destapado una caja de pandora que puede destruir la relación que mantiene con el chico que tiene consigo.

Y solo espera en serio que Namjoon no crea las mentiras que en esa noche se han dicho, aún cuando no puede desentenderse de toda la culpa de este golpe que han dejado caer sobre ambos.

***

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¿YA ESCUCHARON YOURSSSSSSS? que canción más putamente hermosa, y lloraré mucho con ella en los siguientes capítulos.
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Inefable.© [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora