Donde Jin es un daddy bastante sumiso que quiere que un hombre como Namjoon se lo folle, y el más chico no cree que algo así sea posible.
¿Por que, que acaso los daddys no son quienes dominan?.
Namjoon duda en aceptar porque no quiere a nadie metido...
No sabe en que momento el enojo y la ira disminuyeron pero está sonriendo y dejándose besar por el chico que se acercó buscando más cercanía, hasta terminar envueltos en una discusión estúpida donde el menor promete no volver a hacerle daño y Jin le reclama que se ha pasado. Por un momento haciendo que olvide lo sucedido y se enfoque en las sensaciones que le hace sentir.
Claro que le inquieta porque comprende que sus ex amantes quieran volver a buscarlo, que es un chico tan atractivo que a cualquiera le duele perder, con sus cabellos plateados y sus hoyuelos en las mejillas, junto a su increíble presencia con esos fuertes brazos, y sus ojos color miel que destellan brillos cálidos, sin embargo no le parece que tengan que estar sobre él cuando ya tiene dueño y lo añora tanto.
—No quiero que llores por un tonto como yo—lo escucha decir pues no solo es un atractivo hombre sino también cuenta con una bonita personalidad, y siempre le trata tan bien que, es por ello que no lo ha mandado a la mierda y ha decidido quedarse con él.
Sonríe otra vez, dándole un beso fugaz, sintiéndose cálido en esa habitación.
—Es imposible, porque me gustas mucho y todo lo que hagas me importa.
Namjoon asiente, halagado con sus palabras pero no deseando hacerle daño.
—Esto no volverá a pasar, ¿De acuerdo?. Me alejaré de él, y no quiero que pienses en un posible engaño. Soy tuyo..
No lo merece, en serio es demasiado para un hombre que está marcado por tanto pasado y ahora ha desconfiado de él, aunque tuvo razones para hacerlo porque si es un tonto que nunca se aleja de los problemas.
—Ya no importa—acaricia su corto cabello, aprovechando que lo tiene tan cerca y lo hace sentir tan cálido.—Olvidemos esto.
Efectivamente eso quiere hacer y no concentrarse en la noche tan horrible que ha tenido, aunque, muy en el fondo sabe que debe contarle lo que pasó, no obstante no siente que sea el momento adecuado cuando han tenido esta horrible pelea, y solo quiere escapar de lo que pueda hacerle daño.
—¿Por qué no nos vamos de viaje?—le propone entonces, decidiendo que se lo dirá dentro de poco, y dios, es el cielo cuando el chiquillo asiente, y sonríe para él porque sabe que ya está perdonado.
—¿Dónde?.
Verano está casi terminando y a Jin le hace mucha ilusión tener un viaje a la playa a su lado, así que después de lo sucedido no puede evitar desear llevárselo fuera de la ciudad, y proteger su relación de todo la turbulencia que está a su alrededor.
—Puedo llevarte a Daecheon.
Es una hermosa playa a tres horas de Seúl, que Namjoon seguramente disfrutará mucho y pueden alojarse en un hotel con vista hacia el mar.
—Me agrada la idea—el chico deja un último beso en sus labios antes de apagar la luz y arrastrarlo hacia sus brazos.—¿El fin de semana?.
Jin asiente, después de todo con la única intención de alejarlo de tantos problemas, y más tarde está recibiendo la disculpa que merece pues Namjoon sabe compensar cuando lo ha lastimado, e incluso cuando no, solo por hacerle sentir especial, haciéndole el amor en medio de susurros suaves, y caricias plenas con la habitación iluminada por la luz de la luna que refleja en sus cuerpos siendo testigo del momento en que el dolor queda atrás y crean un lazo inigualable entre ambos.
Porque no importa todo lo malo que los rodea si al final es él quien más le importa y por quién soportaría toda al adversidad.
Gime bajito, y solloza esta vez de placer porque más allá de todo logró conectar con ese chiquillo torpe y lleno de sonrisas, que ahora mismo le toca como si fuese la figura más delicada y la pieza con más valor en el mundo, solo para pronto perder la razón y romperlo con violencia, de la manera más placentera y con embestidas cargadas de lujuria, creando la pasión más avasallante con la que lo han tocado en la vida.
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—Tienes que decirle..—Hoseok le advierte, totalmente molesto cuando le ha contado todo.—No es posible que ese hijo de puta te busque y si no le pones un alto puede hacerte daño.
El mayor asiente, consiente de ello y precisamente es lo que le impulsa a querer dejar la ciudad un tiempo pues no le importa si dicen que es “una opción de ricos” utilizar su dinero para viajar cada que tiene problemas, ya que es lo que le relaja y quiere llevar a su chico consigo.
—Voy a contarle todo cuando estemos en Daecheon. Por ahora solo quiero un momento de paz.
Hoseok también sabe lo que pasó con el intruso que también es un ex novio, lo que le tiene pensando con más curiosidad.
—Confías en él, ¿verdad?.
Ve al pelinegro sonreír y ya tiene una respuesta clara y es que Jin por fin se encuentra tranquilo con un hombre que verdaderamente lo merece y lo cuida como debe.
—Lo hago, es mío—se encoge de hombros, mostrándose encantado ya que a pesar del incidente la noche anterior Namjoon le explicó todo dejando en claro no solo que no volvería a suceder sino que, le pertenecía, no solo con palabras sino con hechos.
Se quedó a su lado, le explicó todo solo a él, durmió en la misma cama, le hizo el amor, y al despertar solo lo miró a él, disculpándose de nuevo por haber sido un tonto y permitir que la situación se le fuera de las manos, porque solo le importa él.
Sabe que es suyo, y por ahora no quiere dañar con problemas: lo que tienen, porque siente tanto entre ambos que, no podría dejar que los rompan.