Condición

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Efectivamente, Namjoon pronto comprende lo que es los lujos a los que Jin está acostumbrado, y es que después de haber aceptado quedarse y casi follarselo en plena sala: el mayor ha ordenado que les sirvan la cena en un saloncito privado que funge como comedor en ese lujoso apartamento, y dos empleadas les han atendido.

Es extraño, ya que Namjoon no está acostumbrado a estas atenciones, sin embargo agradece y se permite enfocarse simplemente en la compañía de Seokjin, quien luce apuesto en una camisa de lino blanca que se ajusta perfectamente en sus anchos hombros, pantalones negros perfectamente planchados, ajustados a sus gruesas piernas y su bonita cara de porcelana se encuentra trasluciendo bajo las luces de la estancia. Además tiene oportunidad de conocerlo un poco más ya que este le explica que se tomó la tarde trabajando en casa ya que hubo una fumigación en el edificio donde trabaja y personalmente es sensible ante algunos químicos.

—¿Te quedas?—lo tiene sonriendo como un chiquillo y Namjoon en serio se pregunta si se trata del mismo abogado de horas atrás, sin embargo asiente, acercándolo por la cintura y casi cargándoselo encima.

—Quiero compensarte esta noche, hyung—susurra sobre sus labios, sintiendo como se estremece y le rodea por el cuello, acercándose más a él.

Además no se queja cuando le pone las manos en el trasero y lo empuja para que enrede sus gruesas piernas alrededor de su cadera.

—¿Compensarme?—el mayor está encantado mientras lo lleva hacia la habitación escaleras arriba, y deja pequeños besos en su cuello, tanteando el terreno.

Así que Namjoon asiente.

—Compensar que este niño tonto te ha faltado el respeto.

Algunos minutos después lo tiene sometido contra el colchón mientras abusa su bonito trasero a base de lametones y chupetes con la lengua, mientras ese agujero rosado y pequeño se dilata y late para él, logrando que Jin solloce de placer y se masturbe susurrando quedito que está tocando algún punto erógeno que le resulta correcto.

Dos orgasmos más tarde, Namjoon se lo ha follado con dureza, acabando en la bonita piel de su espalda, y el mayor casi se ha quedado dormido debido al cansancio de lo que han hecho, sin embargo le habla.

—Me gustaría hablar sobre algo..

Torpe chico que apenas ha dejado de ser adolescente.

—Dime..—Jin se obliga a abrir lo ojos, para escucharle,  haciendo una mueca pues al hacerlo la luz de la habitación golpea sus retinas sensibles, que le hacen moverse y su cuerpo pica de tanta hipersensibilidad.

Delicioso.

Namjoon lo acerca a su cuerpo antes de hablar.

—He visto como te derrites cuando me tienes dentro y que te gusta, pero espero que no estés pensando en la reciprocidad porque no quiero a nadie metido en mi culo, ni siquiera si eres tú. Esa es mi única condición.

Seokjin no puede evitarlo y se echa a reír, lo hace tan fuerte, de manera ronca y descontrolada, logrando que el sonido sea tan vivido como campanitas de champagne desenfrenadas.

Es tan bonito que, hace que el pecho del menor se sienta cálido, sin embargo lo que dice después lo deja totalmente tranquilo.

—No tienes de que preocuparte, chico—le asegura, dejando un beso en su marcada mandíbula, totalmente encantado de que le haya dado una oportunidad pese a su diferencia de edad y los acuerdos que trae encima.—Soy el primero que está interesado en prestar su bonito culo a tu voluntad y no tocarte a menos que esté de rodillas ante ti, y en otra distinta parte de tu cuerpo.

Esa idea le gusta.

Namjoon se le pone encima antes de apretar con lascivia sus mejillas, y verlo directamente. Siendo una batalla de ojos cálidos y claros contra unos marrones experimentados y llenos de lujuria.

—Mas te vale, maldito hyung revoltoso. Porque tengo tantas ideas para ti que no te conviene dominar.

Este sonríe sonrosado, antes de contestar, totalmente ansioso por lo que pueda pasar ahora que se han dado una oportunidad.

—Ya las quiero averiguar..

*****

¡NO OLVIDES VOTAR!.

Inefable.© [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora