Inefable.© [Namjin]

Intentando

Sin duda alguna Namjoon se siente mejor estando solos en el apartamento y no rodeados de varios empleados, gracias a que, estos tienen libre los fines de semana, lo cual le permite mayor privacidad con el hombre que está saliendo al cual se ha follado casi en cada rincón de la sala, aprovechando que el lugar es fresco y cuenta con una excelente luz que le brinda perfecto tono a su piel traslúcida, específicamente la de su espalda.

Además, supo un poco más de él pues a pesar de que Jin parece ser reservado: cae fácil cuando se le da contacto, y permanecer con él, sosteniendo antes una ligera conversación es un puto placer. Sin embargo, por la tarde se siente un tanto amedrentado cuando Jin le pide que salgan del apartamento.

—Salgamos a cenar.

Sabe lo que significa, y aunque no se siente cómodo con ello, ha prometido dejar sus tonterías de lado para poder convivir con él sin problemas, intentando así funcionar, pero funcionar de verdad.

—¿A dónde quieres ir?.

Jin le sonríe, agradecido de que no ponga excusa y se incorpora, desde ya buscando arreglarse para salir.

—Conozco un lugar precioso. Por favor vístete y nos vamos.

Como un puto muñeco.

Namjoon no se siente del todo cómodo siguiendo órdenes, pero tampoco es algo tan malo si la recompensa es permanecer a su lado, así que más de una hora después están llegando a un lujoso restaurante que, le deja muy impresionado pues quizá no es que no pueda permitírselo, sino que, nunca contempló la idea de venir a uno. Sin embargo mantiene la calma ya que son lugares a los que Jin seguramente está acostumbrado.

Además la cena es deliciosa, pero verlo sonreír mientras habla es mucho mejor y hace que todo valga la pena.

Y al momento de pagar la cuenta deja de lado su estúpido orgullo y mantiene la dignidad, tomando el asunto con humor.

—Que imbécil es no saber aprovechar—sonríe de lado, mientras lo ve dejar su tarjeta de crédito al lado de la cuenta para que el mesero haga su trabajo.

Jin sonríe, sintiéndose encantado con su cinismo.

—Lo mismo pienso, pero no quise ser grosero..

Namjoon sabe que no es tan malo si logra con ello estar junto a él, aunque haya dinero de por medio.

—Me da igual, y estoy intentando no ser un tonto, ¿recuerdas?.

Al salir Jin lo lleva de la mano, bastante complacido con su compañía, aunque la noche es joven y pueden hacer muchas cosas más.

—Vamos por tu motocicleta y demos un paseo por la ciudad.

Le observa, realmente sorprendido de su capacidad para dar órdenes y esperar a que sean cumplidas al pie de la letra. Sobre todo porque bueno, quizá él pueda hacerlo, y Namjoon es un simple mortal, no obstante asiente, buscando en su mente una manera de complacerlo.

—Supongo que puedo llamar a Jungkook para que nos la traiga, y darle para el taxi de regreso.

Es el cielo cuando Jin le sonríe, satisfecho con que le haya dado una solución y no problemas, y que media hora después gracias a lo planeado estén recorriendo Seúl, tal y como lo había deseado ya que, su vida es tan monótona y resuelta que, de pronto esta noche es especial con todas y sus sorpresas, permitiendo sentir el viento en sus rostro cuando la motocicleta cruza a gran velocidad una avenida.

—Debes usar el casco..—Namjoon le dice cuando han estacionado frente a un parque bastante peculiar, con la noche bajo ellos, con miles de estrellas en el cielo, y el ruido de los grillos escondidos en las esquinas.

—Yo sé..—se sienta en el césped.—Solo me lo quise quitar un momento.

Porque realmente fue especial sentir el viento en su rostro, por primera vez en mucho tiempo haciéndole sentir a gusto, disfrutando una noche alejada de lo que suele ser su vida normalmente.

Y Namjoon le mira embelesado, no creyendo como es que, un hombre así está con él, aún cuando tienen un jodido acuerdo encima pues, Jin le toma de la mano y pronto recorren un poco del parque, mientras se ríen de algunas bobadas que conversan, sin parecer que, ninguno quiere o a pedido compromiso.

—Realmente lo estás intentando ¿no?—Jin aprecia, en algún momento, besando dulcemente sus labios después de una noche realmente agradable con él, haciendo que se sienta buen chico al estarlo complaciendo.

—Lo hago..—susurra, perdido en su mirada, no creyendo que sea tan pesado dejar las tonterías de lado si la recompensa es esta.—Y quiero ver que más podemos intentar.

El mayor le sonríe, evidentemente complacido.

—Sigue así, y lo verás pronto..

Oh, claro que lo hará.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.