A Jin le duele la cabeza mientras revisa algunos documentos, ya que está trabajando en un caso gubernamental y estos requieren atención meticulosa, además de consensuar términos que no afecten personas poderosas en el país, y sumándole a que las cosas en su propio caso personal están complicadas; no se siente mejor.Supo por su mejor amigo, quien también es su abogado que la petición de salir en libertad bajo fianza por parte de Baekhyun fue aceptada después de mantenerlo recluido en prisión preventiva en espera del juicio, lo cual le deja en una situación desafortunada ya que puede volver a acercarse por más que le hayan advertido que no debe hacerlo.
Es una jodida situación y en unos días el idiota que arruinó su vida estará libre, Jin quiere entonces salir del país para no verlo, si es que eso es posible.
Se levanta perezoso cuando el timbre suena, desanimado por tener que ver seguramente a uno de sus amigos que le visitan por cualquier motivo para que no pierda la noción del tiempo como suele pasar últimamente, y es que aunque la está pasando realmente mal la soledad no es algo que le moleste, por lo que prefiere aprender a estar solo, llorar un poco, y no estar rodeado de personas que le recuerden que la vida continúa, no obstante grata es la sorpresa cuando al abrir la puerta se encuentra a ese hombre por el que está tan enamorado, después de semanas desde su ruptura y de que no quisiera verlo.
Es increíble.
—Nam..
El chico está frente a él tan apuesto como lo recuerda, con unos pantalones jeans ajustados, y un abrigo negro sobre los hombros por el frío que azota la ciudad en la antesala del invierno. Parece haber retocado el color plata en su cabello, además de encogerse en un par de zapatos oscuros. Tan precioso como cuando lo conoció pese a que se encuentra más delgado, con ojeras leves bajo los ojos, provocando que quiera abrazarlo con todas su fuerzas y provocarle un poco de rubor a sus mejillas.
No lo hace de hecho porque no sabe en que términos se encuentran, y porque está demasiado inquieto al verlo, sobre todo porque a su lado Namjoon trae una maleta, además de varias carpetas.
—¿Puedo pasar?.—casi cierra los ojos al escuchar su gruesa voz después de casi un mes sin hacerlo.
—Por favor, cielo. Adelante.
No sabe que mierda hace en su apartamento, con maletas encima, como si nada hubiese pasado pero luego de semanas sin saber de él no importa si con ello puede verlo, así que le permite entrar, totalmente emocionado por tenerlo de nuevo en su hogar, y disfrutando que como sea: haya regresado.
Es al estar dentro que por fin Namjoon lo mira, dejando claro que es lo que está haciendo, y ofreciendo una explicación de porque trae maletas encima.
—Me preguntaba si puedo quedarme aquí un tiempo.
No sabe que mierda sucede pero ¿cómo negarse?.
—Por supuesto, Nam. No tienes que pedirlo, siempre serás bienvenido en mi hogar. ¿Ya cenaste? ¿Qué necesitas?.
El chico baja la mirada nervioso, seguramente afectado de volver a verlo y Dios, Jin se siente tan satisfecho porque son señales que le demuestran que sigue siendo el mismo, que de alguna manera se necesitan, y que si ha vuelto es porque aún queda algo entre ambos.
—Ya he cenado, apenas tuve tiempo. Iba llamarte antes de venir pero he estado muy ocupado al empacar las cosas y informar dónde estaría.
Por más que le fascine escucharlo decir frases completas el mayor tiene que preguntar el por que ese repentino cambio.
—¿Qué sucede? ¿Todo está bien?.
Está sonriendo sutilmente hacia él, demasiado encantado de volver a verlo, y deseando ofrecerle el mundo si así se lo pide, sin embargo Namjoon es un experto en volverlo loco, dejando sus esperanzas en el piso cuando revela al fin el porque ha vuelto.
—Hoy me enteré que Baekhyun estará libre así que he venido a cuidarte.
Al mayor se le borra la sonrisa, no creyendo que después de todo, lo que lo haya hecho regresar sea que Baekhyun estará libre.
—¿Estás bromeando?—se ríe molesto.—¿Me has ignorado por semanas y regresas solo por lastima?.
Namjoon suspira, previniendo la situación, como si supiera que es lo que diría.
—No es lastima, hyung. Quiero hacerlo, no porque deba.
El mayor niega, sintiendo lágrimas en los ojos porque después de semanas por fin puede verlo, pero sin intención de regresar a su lado por voluntad propia.
—¿Solo has venido a eso?—Namjoon no contesta, lo cual provoca sentimientos dolorosos en su pecho, como si toda la felicidad que alguna vez le prometió fuese efímera y nada importase más que lo que hace ahora mismo.—Es increíble, por favor vete. No soy un niño que tengas que cuidar por alguna extraña promesa que te hayas hecho.
—Lo prometí porque me importas, Jin. ¿No puedes razonar con eso?.
Este niega, no dispuesto a que después de todo se le deje como el maldito loco que necesita ayuda para volver a verlo, mucho menos que ponga en duda su juicio cuando simplemente no desea malinterpretar las cosas al creer que ha venido a verlo.
—No voy a discutir con un insolente como tú, así que sal de mi casa ahora mismo.
Namjoon le sonríe, presintiendo su enojo, y casi retandole como un maldito malcriado que conoce bien el terreno donde se encuentra.
—Eso no se podrá. Ya me has dejado entrar y traigo maletas conmigo, así que solo acostúmbrate.
—¡Pero no puedes hacer eso!.
Poco le importa pues le da la espalda, arrastrando la maleta consigo, mientras se mueve con soltura por el lugar.
—Conozco el camino así que buscaré una habitación cerca de la tuya. Nos vemos mañana. Apaga las luces, ya sabes que me molesta dejarlas encendidas.
El mayor no puede creer su descaro, sin embargo está sonriendo porque después de todo lo tiene de vuelta, y aunque está jodidamente enojado por los motivos; no se quedará quieto ante su presencia sobre todo porque Namjoon está cumpliendo su promesa, ya que eso demuestra que todavía le importa, y queda algo entre ambos.
****
¡NO OLVIDES VOTAR!.
ESTÁS LEYENDO
Inefable.© [Namjin]
FanfictionDonde Jin es un daddy bastante sumiso que quiere que un hombre como Namjoon se lo folle, y el más chico no cree que algo así sea posible. ¿Por que, que acaso los daddys no son quienes dominan?. Namjoon duda en aceptar porque no quiere a nadie metido...