Confía en mí

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Namjoon no puede creer como es que todo se le ha salido de las manos cuando intenta realmente esforzarse por mantener a ese hombre que le vuelve loco, a su lado, sin embargo el pánico se apodera de su cuerpo ahora que lo ve tan indignado, haciéndose daño al creer que lo está engañando, y no se quiere justificar pero maldita sea, solo fue un mal entendido que lo tomó desprevenido.

Sería un imbécil si pensara en engañarlo.

—Ven aquí, cielo. Escúchame—va tras él cuando ve que se dirige al auto, acto que no permitirá porque no le puede dejar manejar en ese estado, y porque debe explicarle que es lo que ha pasado.—Permite que me defienda.

Seokjin parece haberse quedado sin fuerzas ya que baja la mirada y los temblores en sus hombros son aún más intensos, haciendo que quiera abrazarlo, no obstante respeta que ahora mismo está demasiado alterado.

—Me mentiste..—lo escucha gimotear, mientras se abraza a si mismo, buscando la manera de enfrentarlo, y Dios, Namjoon no puede hacerle ese daño.

—Escúchame hyung—le repite, apenas dando un par de pasos hacia él para que pueda verlo.—No te estoy engañando, lo prometo.

El mayor por fin alza la mirada, con sus ojitos preciosos llenos de lágrimas y las mejillas sonrosadas por tanto que lo atormenta.

—¿Que hacías con él entonces?. ¿Piensas que soy idiota?—sabe que está molesto, maldita sea, pero no puede hacerle esto cuando en realidad le añora demasiado.

—Vino a verme, amor. Está pasando por una mala situación y..

—¿Y qué?—lo reta, dándole otro empujón que no le hace daño en realidad, sino que es más bien una caricia a su pecho.—¿Te necesita para que le hagas sentir mejor o que mierda?.

El menor suspira ya que sabe que no debe tomar en serio sus palabras hirientes, porque Seokjin está molesto y no sabe lo que dice.

—Me necesitaba—admite avergonzado.—Pero no en ese sentido, Jinnie. Simplemente buscaba un amigo.

Por más que hizo mal y que tenga una explicación para el mayor no parece ser suficiente ya que su ira no disminuye y está tan cabreado que no se esfuerza por disimularlo, no obstante hay algo más que lo está alterando.

—¡Yo también te necesito!

Namjoon frunce el ceño ante su grito, totalmente atormentado por estarle haciendo este daño, y se acerca, no siendo capaz soportar más este rechazo.

—Lo sé, cariño. Lo sé—lo abraza fuerte, y en serio agradece que Jin se rinda ante sus brazos y le rodee con la misma intensidad, mientras solloza más fuerte, sintiéndose doblegado.—Por favor perdóname. Sé que no debí hacerlo, e iba comentártelo, pero te aseguro que no pasa nada entre ambos y ya te he dicho que al contrario, no me agrada tenerlo cerca. No siento nada por él, y verlo estas últimas ocasiones no significa lo que piensas.

Jin se aferra a su pecho gimoteando.

—Me duele llegar y verte así—le confiesa sin importar que sea demasiado.

El menor asiente, arrepentido por no haber frenado una situación que en serio no le importa como Jin parece sospechar.

—No lo haré de nuevo, pero por favor confía en mí. Permite que te explique.

Jin por fin suspira, comprendiendo sus palabras y dispuesto a escucharlo ya que muy dentro de su pecho siente que está siendo sincero.

Aún así pregunta.

—¿No tienes nada con él?.

Levanta la mirada para verlo a los ojos, y puede ver cómo Namjoon niega, molesto por la sola idea de que desconfíe así, no obstante comprendiendo su enojo, y no yéndosele encima como otro haría.

Inefable.© [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora