Mi abogado

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No son de la misma talla, sin embargo al día siguiente Namjoon le presta una camiseta blanca, junto a unas bermudas grises estilo polo, ya que, el abogado se negó a salir con la misma ropa de ayer, y además alegó estar muy cómodo como para usar prendas casuales, así que aunque le sorprende, Namjoon cedió, y además preparó una pequeña mochila con más mudas dentro ya que Jin le invitó a pasar el fin de semana con él, como ya habían acordado, haciendo que se sienta más tranquilo pues, aunque parece muy cómodo en la casa de fraternidad; sabe que no es lugar apropiado para un hombre como él.

Aunque Jin le había dicho,—Solo nos vamos por tener privacidad—dejando saber que, no le importaba estar en esa pequeña habitación.

En el pasillo, no obstante se encuentran a Jungkook, y a otros chicos con los que comparten alquiler, logrando que, la situación no sea incomoda pero si inquietante.

¿Cómo se supone que lo debe presentar?.

Dios, esto no sucedería si tuviese su propio lugar.

Jin ha dado los buenos días, y Namjoon no ha dejado de caminar, yendo escaleras abajo, pues en primera no sabe como reaccionar y en segunda no tiene que dar jodidas explicaciones de a quien trae a su habitación pues paga la renta puntualmente y sus compañeros no son más que simples estudiantes como él que, han acordado no meterse en la vida del otro y convivir en paz.

Aunque, es demasiado pedir librarse de Jungkook, quien además es su amigo personal, y aunque Jin no pareció molesto porque no le presentara a los demás, sabe que si lo hará, sino lo hace con Jungkook, a quien le salvó el culo la noche anterior.

Suspirando entonces: se detiene, antes de salir de la gran casa en la que reside, y encara a su pequeño amigo quien, los ve atentos y ya ha saludado al abogado.—Es el chico con el que estoy saliendo—explica simplemente, y agradece que Jungkook sea educado al reverenciar ante Jin quien , le regala una sonrisa.

—Me lo imaginé, y solo quería agradecer que nos ayudaras ayer.

Jin niega, aferrado a su brazo, permaneciendo cómodo pese a la situación.—No te preocupes, estaba de paso y fue una sorpresa encontrarlos ahí. Me agrada haber sido de ayuda.

Jungkook también le sonríe, con ese encanto natural que, le hace ser especial pues es un chico agradable con el que se puede estar en confianza de cualquier manera y en cualquier situación.

—Namjoon es un poco testarudo pero me alegra que te tenga, nos has salvado ayer.

Antes de que Jin pueda contestar el mencionado interviene, no deseando que atosiguen al mayor, y buscando salir de esa casa ya.

—Lo arreglé—dice, intentando no ser grosero con su amigo.—Le pedí disculpas y pasaremos el fin de semana juntos.

—Ya lo habíamos planeado—completa Jin, sonriendo hacia el intruso, con su vocecilla amigable que, hace a Jungkook solo verlo a él, sin embargo sin segundas intenciones sino cayéndole muy bien.

Además, afortunadamente no les retiene más y se despide de ambos, no sin antes agradecer la ayuda que el abogado les brindó la noche anterior, y como todo amigo, casi hermano, avergonzándolo un poco más.—No descuides a Namjoon pese a su carácter, es un buen chico.

Namjoon sonríe, apartándose de Jin con sutileza para abrazarlo, dando un beso fugaz en su mejilla, para luego decirle.—Ya cállate que me lo espantas.

Jungkook sonríe, devolviéndole el abrazo antes de asentir.

—Tengan buen fin de semana, hyungs.

—Tú también Koo.

Algunos segundos después, por fin han salido de la para nada mansión.


🍷🍷🍷



Después del almuerzo ya estando en el apartamento Jin a insistido en conocerlo más, logrando que, poco a poco le cuente que es de su vida en Seúl, como es que está viviendo con seis chicos más en la fraternidad, y como conoció a Jungkook, siendo este último dato la historia mas interesante ya que conoció a su amigo gracias a las tutorías que da en la academia a la que Jungkook se abocó para poder aprobar sus exámenes finales, logrando que, algunos meses después; entre ambos naciera una firme amistad que aún se mantiene viva, y además se mudaran juntos a la casa que comparten.

—Ambos tenemos padres que viven lejos de la universidad y se nos hacía difícil movernos en la ciudad así que decidimos alquilar.

Jin lo ha escuchado sentado en el marco de su ventana mientras se fuma un cigarrillo, bastante atento a sus palabras, ya que, es bastante admirable como siendo tan pequeños viven solos.

—Debió ser complicado, Jungkook apenas tiene veinte y tú solo eres tres años mayor.

Namjoon asiente, también dando una calada al cigarrillo que le ha ofrecido, aunque no tenga el hábito, sintiéndose en calma pese a que no están en la cama, ni discuten como suele ser desde que se conocen.

Es un momento de paz que deben tener para conocerse un poco más.

—Lo fue, pero nos logramos acostumbrar y cuido de él—le asegura respecto al tema anterior y eso hace que desencadene algo que siempre le ha querido preguntar.—Tú cuántos años tienes, ¿eh?.

Jin se ríe, como si supiera que era lo que preguntaría pues parece ser un detalle misterioso en su reciente relación, lo cual no tiene lógica ya que es apenas unos años mayor y no entiende porque debería de importar, sin embargo no tiene inconveniente en contestar, para aclarar por fin ese curioso rumor.

—No soy tan viejo, mocoso. Tengo veintiséis—le dice juguetón, riendo a carcajadas luego pues, Namjoon le ve sorprendido.—¿A caso creías que era un cuarentón que se mete con niños de veinte?.

El más chico niega, no buscando ofenderlo, pero sin poder evitar admitir que creyó que tenía más.

—Te imaginaba en tus treinta..—le dice, caminando hacia él para tomarlo de la cintura.—Pero no tengo problema con tu edad, me gustas como sea.

Ambos apagan sus cigarrillos contra el elegante cenicero que el mayor había llevado con él, y luego se acercan un poco más, buscando algo de calor.

—Yo no tengo problema con ser tres años mayor y también me gustas mucho, Nam—Jin concuerda, besando dulcemente sus labios, como si no lo hubiese hecho ya, pues en definitiva se siente bien estar así, precisamente conociendo un poco más de con quién están.—Solo espero que nos podamos entender y compenetrar.

Namjoon asiente, dejando las tonterías de lado pues ayer, después de su discusión y de tenerlo durmiendo a su lado: reflexionó en esforzarse un poco más por ser merecedor de un hombre como él a menos de momento, ya que evidentemente es alguien demasiado alto como para molestarlo con tonterías.

—Se que si—le aprieta la cadera en un gesto cariñoso, antes de prometer.—Me encargaré de hacerte bien, mi dulce abogado.

Ese lindo apodo hace sonreír al mayor quien, por primera vez en mucho tiempo se siente bien al lado de un hombre, disfrutando una situación cotidiana que no involucre sexo o discusiones de por medio.

Es incluso agradable así que espera poder disfrutarla un poco más

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.


Efectivamente, la historia no solo puede tener sexo, así que, aunque sea aburrido debo desarrollar los personajes y dejar notar un poco de quienes son fuera de la relación.

En fin, relleno para aclarar detalles, ¡pero sigue leyendo que esto se pondrá bueno!.

Inefable.© [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora