Alaska siguió viviendo en la torre. Había demasiados problemas con la construcción de la vieja casa Black y Alaska iba a ver cómo iba a diario.
El director Nicholas, casi no habló con ella esa semana, todo había cambiado.
El desayuno seguía en su sitio cada mañana, pero el director no estaba. Se seguían turnando para hacer la comida pero aunque comían juntos, reinaba el silencio. Y en las cenas... El director evitaba presentarse y Alaska ya extrañaba las largas charlas por la noche y en las horas de comer con el director. Los días seguían pasando lentamente, la casa seguía sin estar, y el director apenas estaba en la torre.
- Alaska, me temo que sigue habiendo problemas con la casa...
- Lo sé Arwen, voy allí cada día...
- Zuzu se va a quedar a hacerte compañía.
- Gracias Arwen... Gracias Zuzu.
Alaska pasó otra semana leyendo a Zuzu, enseñandole nuevas cosas y dejándose enseñar por ella. Alaska ya no veía al director para nada, sin embargo en todas las horas de las comidas, la mesa, se llenaba. No entendía porque... Pero sentía como Nicholas la ignoraba y hacía todo lo posible por evitar estar con ella... Y eso realmente la dolía. Le consideraba una de las personas importantes que había conocido y cuando había estado con él se sentía como en casa.
Alaska a menudo se preguntaba si habría hecho algo mal, pero no encontraba ningún tipo de respuesta.
El director apareció una mañana, tarareando, sin mirar a Alaska, sin hablar con ella. Ella no supo como actuar, qué decirle. Se quedó ahí quieta, sin moverse del sitio hasta que se fue, mirándole como si fuese un espejismo.
En el momento en el que Nicholas salió por las escaleras de la torre, Violet subía por ellas y Alaska se tiraba en la silla.
- Alaska... Se te ve... Bien.
- ¿Te apetece dar una vuelta Violet?
Ambas se encaminaron a la casa. Ésta seguía como cuando desapareció tras la explosión y las llamas.
- Violet no entiendo nada. El director Nicholas no me hace ni caso, ni tan siquiera me mira.
- Igual estás exagerando Alaska.
- Violet. Estuvo un pequeño tiempo sin aparecer y ahora que ha vuelto, literalmente ni me habla.
- ¡Quizá le está pasando algo!
- Hemos pasado varias batallas, y el muchas más y pese a todos los problemas nunca ha reaccionado así conmigo. A veces me planteo haberle hecho yo algo, pero realmente es imposible.
- Es todo muy extraño. Pero Alaska, ya lo sabes todo, ya está todo acabado.
- No. ¿Quién es el otro Black? ¿Qué le pasa al director conmigo? Si segun el...todo era un plan de mi madre para ir descubriendo todo, el colgante, la piedra roja y tal vez... el anillo... Tengan algo más que decir. Acuérdate de "lo que el colgante te revelará".
- Pero eso también lo supiste.
- ¿Y por qué constantemente sigo sintiendo que se me escapa algo?
Ambas se miraron y después observaron el lugar que las rodeaba. Todo estaba tranquilo, no había rastros de las voces ni tan siquiera se escuchaba el rumor del viento, que era considerable. Violet suspiraba, como aliviada, sin embargo Alaska todavía no estaba preparada, tenía tantas cosas en mente, le faltaban aún tantas piezas del puzzle...
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AMNESIA
Fantasy"- Te vas a llamar Alaska, pero vas a seguir conservando tu apellido, que es Black. De momento no podemos decirte más, pequeña.-"