¿Te atreverías a ir a Bacon Hills sabiendo las cosas que suceden allí?
Skyler tenía su vida en Londres. Todo estuvo bien hasta que sus padres se separaron y su madre volvió a casarse con un estadounidense.
Gracias a eso, su mamá decide mudarse allá...
Ya algunas semanas después, el problema de Stiles ya se podía decir que estaba solucionado. Yo había hablado con él explicando como me había enterado y tratando de calmarlo. Él habló con su papá y, simplemente, tendría que vivir con eso sabiendo que sí fue un accidente y que la culpa lo acompañaría, pero que se haría menor.
Me sentía mal por Stiles, pero por lo que hablaba con él y con los chicos, ya estaba mejor.
Ya que estaba en Inglaterra, empecé a preguntarme que otras cosas además de la carta escondía el ático. De niña nunca me gustó subir, tenía miedo, como todos. Y ya de adolescente, realmente, dejó de importarme.
Saqué la escalera que se desprendía del techo y subí. Ya arriba, el polvo me hizo toser un poco hasta que empecé a acostumbrarme al ambiente.
Había una pequeña ventana que llegaba a iluminar bastante, pero prendí también la única lamparita.
Vi cosas mías de bebé, cajas de mi papá, cosas que mi mamá nunca llegó a llevarse, archivos, ridiculeces que se compraron y nunca se usaron, etc.
Después de investigar un poco el lugar, encontré tres cajas con mi nombre.
Me senté en el piso cruzada de piernas, me acerqué a una de ellas y la abrí.
Estaban los álbumes que mi papá se quedó, esos en los que dibujaba mis sueños, mis pesadillas.
Agarré uno y empecé a ojearlo. Me detuve al ver, básicamente, un retrato de Stiles, no era exactamente igual, yo sabía dibujar, pero tampoco era una experta.
Sonreí para mí misma sabiendo que siempre sentí que él sería importante en mi vida. Saqué la foto del álbum y me la guardé.
La quería cerca, lo extrañaba mucho.
Agarré la segunda caja, y en ella, había fotos viejas mías. También la foto de Gavin que mis amigos habían venido a buscar originalmente cuando encontraron la carta.
Me concentré en la última caja y no reconocí nada, solo la carta.
"De: Splendora Warren Norman, 11 de mayo de 1534. Para: Skyler Charlotte Norman, 2014.
No abras el sobre si no eres ella, créeme, no quieres leerlo, no quieres enterarte lo que he tenido que pasar. No lo rompas tampoco, arruinarás todo.
Si eres Skyler, no la abras antes, no necesitas traumarte antes."
Dejé la carta a un lado y me di cuenta que en realidad la caja no era mía, no había nada mío, pero si eran para mi o, al menos, eso parecía.
Las cosas eran de Splendora, no me costó adivinarlo, eran muy antiguas. Quizás me las dejó, quizás eran cosas que me servirían.
Había un guardapelo sin foto, una pulcera con un dije de luna llena que me encantó, así que, me la puse en la muñeca.
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Seguí revolviendo la caja de recuerdos, hasta que en el fondo ví un libro. Lo agarré y lo solté inmediatamente. Ese libro se sentía horrible, ví a las personas con máscaras que soñé un segundo.
Con cuidado, volví a agarrarlo "Los doctores terror" decía la tapa. Abrí el libro y en la primera página estaba la letra de Splendora.
"Si alguna vez un doctor terror hizo algún experimento contigo, nunca lo recordarás. Jamás. A menos, que leas este libro. Este libro, activará el recuerdo que ellos borraron. Este libro, es información.
Atrévete a leer por curiosidad. Quizás recuerdes algo o quizás sea un libro más. Tu decisión."
