El chico de mis sueños 🌕 (Stiles Stilinski y tú)

Capítulo 42: Permanente

Narra Skyler

El libro me estaba aburriendo demasiado y nada pasaba en mi cabeza, así que, simplemente, lo deje donde estaba. Me enteré que los chicos también lo estaban leyendo y, lamentablemente, tendrían que lidiar con esos doctores ellos solos.

Stiles: Las cosas están bastante intensas.
Yo: Me imagino. Lamento no poder ayudar.
Stiles: Si lo estás. Tu nos dijiste lo del libro.
Yo: No. Me refiero... a estar ahí con ustedes.
Stiles: Volverás ¿O no?

Lo dijo con miedo, lo noté.

Yo: Si, esto nunca fue permanente.
Stiles: Genial... Entonces cuando vuelvas podríamos... Ya sabes...

Tocaron la puerta y mi papá la abrió.

Yo: Ok, si. Te llamo después.

Corté rápido.

-Lo lamento, no sabía que estabas...

-No importa- interrupí- Pasa.

Él entró y se sentó en mi cama. Yo que estaba acostada, me incorporé un poco para hacer lo mismo.

-Quería hablarte de algo...- empezó él algo nervioso.

-Claro, ¿qué pasa?

-Bueno... me preguntaba si, quizás, querrías quedarte y... terminar la secundaria aquí- Todo dejó de moverse y sentí una punzada en todo el cuerpo- Hablé con tu mamá y me dijo que era tu decisión.

Mi decisión. MI decisión. No sirvo para eso, no puedo hacerlo, no una decisión así, no tan grande, no tan difícil.

-Osea... ¿No volver a Bacon Hills?- Como si la respuesta fuera un no.

-Nunca quisiste realmente ir, ¿cierto?

-Cierto, pero...

-Y extrañaste aquí- aseguró.

-Por supuesto que sí, papá- no era mentira- A todos y todo.

-Sé que pedirte que vengas fue demasiado, porque sé que cambiaste, pero... nunca es tarde si quieres estar aquí.

-No sé si quiero estar aquí- dije- En Bacon Hills también tengo cosas que amo, ahí es donde...- donde no me siento diferente, donde creo que encajo, donde me enamoré, donde tenía personas que también era criaturas mitológicas. Donde me siento yo misma.

-No tienes que responderme ahora- me interrupió- Tienes tiempo.

-No quiero que sientas que no quiero estar aquí o allí- le aclaré- Porque amo tanto ambos lugares que me encantaría estar en los dos.

-Lo sé- contestó- Me alegra mucho que te hayas encariñado con el lugar en el que te tocó vivir estos años- sonrió- No siempre pasa.

Mi papá se levantó y se fue de la habitación.

Odio cuando yo tengo que decidir y me odio tanto a mi misma por eso.

Cuando mi mamá quiso irse a Estados Unidos, mi respuesta fue que no sabía que hacer y que ellos decidieran. Por un lado, porque estaba harta de la situación, por pensar que extrañaría a uno de mis padres, con saber que era injusto, tanto como lo veo ahora. Por otro lado, los metí a los dos en la peor discusión que han tenido. Me sentía terrible.

Ahora tenía que elegir si quedarme o irme. Lastimaría a alguien, con cualquiera de ambas opciones y eso lo sabía.

Es hora de pensar en mi, es hora de pensar en lo que quiero, en que quiero estudiar, en donde, etc.

Es hora de ser un poco egoísta.