El chico de mis sueños 🌕 (Stiles Stilinski y tú)

Parte 3

-Esto no puede ser real- soltó Scott en su camioneta, aún en shock. Yo estaba en la parte de atrás junto a él y, Allison acostada en su regazo con una chaqueta- No puede ser ella. La cremaron.

-No se ve para nada cremada para mí- respondió Malia, conduciondo.

-No solo no está cremada, sino que reencarnó del aire- enfaticé.

Mi amiga está aquí. Funcionó ¿Qué funcionó exactamente? ¿Y si no es realmente ella? Scott tenía razón, hubo un funeral, su cuerpo ya no debería estar aquí.

-Esto no estaba en las instrucciones- siguió mi amiga- Tengo una pregunta: ¿Qué hacemos cuando despierte?

-Si es que despierta- aclaró Lydia.

La única idea que teníamos era llevarla al hospital, quizás sus signos vitales están mal, quizás pueda despertar, quizás... si sea Alison.

-Mamá, tenemos un problema- Scott tenía a mi amiga en brazos, aún sin señal de nada.

Marisa se veía exactamente igual que la última vez que la vi y aún trabajaba aquí en el hospital, gracias a Dios.

-Se ve como Alison- río al ver a la chica- ¿Por qué?- cambió la expresión a una más preocupada, al notar que ninguno tenía una respuesta clara- Scott, ella se ve exactamente igual a Alison.

-¿En serio quieres saber?- contestó su hijo.

-Solo tráerla- dijo suspirando.

🌕🌕🌕

Ya habían pasado unos cuarenta minutos desde que Melisa llevo a Alison a una camilla y controlándola de a poco. Con mis amigos, no podíamos hacer otra cosa más que caminar de un lado a otro, pensado en que podíamos hacer si ella lograba abrir los ojos.

-¿Dónde esta Stiles, por cierto?- escuché preguntar a Malia. Noté a mis otros amigos haciéndole señales de que no dijera nada, pero ya era tarde.

-No lo sé- respondí lo mismo que les respondí a los otros dos, ahogando el llanto- Se tomaron decisiones, no está aquí ¿Podemos seguir con nuestras vidas sin Stiles, por favor?- continué levantando la voz más de lo que me hubiera gustado.

Mi amiga levantó ambos brazos, en señal de inocencia y algo confundida por mi actitud.

-Ya chequeé los signos vitales y se ven normales...- Marisa interrumpió la situación, gracias a Dios- Para alguien que ha estado muerto por 15 años- agregó.

-Quizás deberíamos cortarla y abrirla para saber si es normal por dentro- sugirió Malia.

-No es como funcionan los tratamientos médicos. Pero, gracias por la sugerencia- le respondió Melisa.

-¿Cómo sabemos si está bien?- pensé yo- Ya saben, no físicamente, sino... Mentalmente- aclaré.

-¿Cómo sabemos que esta en realidad es Alison?- siguió la mayor.

-No lo sabemos- contestó Lydia- La verdad, este no era el plan.

-Quizás deberían hablar con ella... Esperar a que despierte.

-Mamá...- habló Scott mirando hacia la habitación de nuestra amiga. Ay no- Creo que ya está despierta.

-Separemosnos- solté, pensando rápido- Hay que encontrarla ¡Ya!

Todos concordaron conmigo, la mera idea de no saber que estaba haciendo, si sabía quien era, donde estaba, era suficiente para entrar en pánico. Fui corriendo al ascensor y apreté el segundo piso.

Las puertas se abrieron segundos después y salí desesperada. Pero, algo estaba mal, el hospital se veía lúgubre, triste, vacío.

-¡¿Alison?!- grité- Alison, soy yo Sky- nada, solo el tintineo de las luces- ¡Alison!

-Deja de gritar- escuché con molestia detrás de mí, esa voz que no podía olvidar por más que quisiera- Ella no te oye, porque me escucha a mí- agregó.

Me di vuelta con terror, para ver a Stiles, bueno, al Noguitsune, el era mi pesadilla. Abigail me lo habia explicado: todo soñador, tiene su pesadilla, la parte oscura del poder. No me costó mucho darme cuenta que él era la mía.

-¡No estoy dormida!- exclamé.

-¿Creíste que dejar a Stiles iba a ser la solución a lo que viste aquella vez?- preguntó con ironía acercándose a mí- Puede tener ese destino esté o no aquí- No. Miente, engaña, como siempre lo ha hecho- ¡No puedes salvar a Stiles de su destino, Skyler!- gritó.

-¡La tengo!- y justo cuando estaba al borde de llorar, escuché a Malia y el piso del hospital se volvió normal: con doctores, personas, luz.

Seguí su voz en el mismo piso, hasta que encontré a Alison peleando con Malia y... ¿Alison estaba ganando? Mierda, algo definitivamente está mal.

-¡Ali!- grité llamando su atención.

Se detuvo para mirarme con odio ¿Acaso sabía que yo pude haber impedido su muerte? Y lo entendí, lo vi en sus ojos, tanto como lo hacía antes: no es ella, es el Noguitsune.