El chico de mis sueños 🌕 (Stiles Stilinski y tú)

Capítulo 1: Bacon Hills

Narra Skyler

Seis meses después

-¡Mira! En Argentina hay una señora fantasma llamada Felicitas que se dice que deambula en una iglesia y se escuchan sus sollozos- dijo emocionado Stiles mirando a su computadora.

-¿Me pediste que venga para eso?- pregunté mientras estaba acostada en su cama jugando con su pelota de lacross.

-Hay que saber donde hay cosas sobrenaturales- respondió girando su silla para mirarme.

-Claro, es lógico- respondí sarcástica.

Stiles Stilinski tenía el mayor grado de sarcasmo que había visto en mi vida, pero sin contarme a mi claro, y él lo entendió por las malas.

En muy poco tiempo, me hice muy unida con los chicos de esta ciudad, más que nada con Stiles, con solo seis meses ya podía llamarlo mi mejor amigo al igual que al resto.

Aunque creo que lo que más nos unió fue cuando descubrí lo que le llamo "El secreto de Bacon Hills". O sea, me enteré que Scott era un lobo, al igual que Isaac; que Alison era una cazadora; que Peter mordió a Lydia; que Peter era el Alfa, etc. Todo fue explicado y me tomó bastante comprenderlo y acostumbrarme.

Me enteré cuando ocurrió lo de Jackson, lo del kanima. Viven culpándose entre todos para saber quién realmente tuvo la culpa de que yo me enterara. Ni yo lo sé, solo pasó.

Jackson se había mudado Londres y, curiosamente, estaba yendo a mi antigua escuela. No era amigo de mis amigos, estaba a otro "nivel", pero así fue como me enteré.

-Bueno en Londres está deambulando un hombre lobo también- le recordé a mi amigo.

-¡Cierto!- exclamó y empezó a tipear cosas en su computadora- Habría que advertirles a tus amigos y a tu papá.

Me levanté de la cama, fui hasta él y cerré la computadora.

-Stiles... ¿Qué estás haciendo realmente?- pregunté, sabía que había algo más.

-¡Estoy aburrido!- contestó como un niño pequeño cruzándose de brazos- No ha pasado nada en seis meses.

-¿Y te quejas?- estaba confundida y algo molesta- Esperemos que nunca pase más nada. Y si estás tan aburrido, ve a una fiesta o juega videojuegos como un adolescente normal.

-No es divertido jugar videojuegos contigo, siempre ganas.

-Yo me tengo que ir al trabajo- respondí.

Aunque fuese verano aún trabajaba unas horas por semana. Trabajaba como ayudante de mecánica en el taller de la cuidad. Siempre se me vino bien arreglar cosas.

Así que así era mi vida en Bacon Hills, tenía amigos sobrenaturales y nadie podía saberlo. Y me agradaba ser parte de la manada a pesar de que dos de nosotros éramos cien por ciento humanos.

O... al menos... eso creí.