Capitulo 35 - El tonto enamorado de la tonta pelirroja

970 53 2
                                    

En el desayuno, Max simplemente no me miró. Era como si yo no existiera, casi como si fuera una simple pared. Ni siquiera pronunció mi nombre, tan solo habló a cortas señas con Ronny, y aparte de eso se mantuvo callado. ¿Qué sería? ¿El hecho de que se iba a ir a Bélgica? Eso no tenia sentido alguno. En todo caso era yo la que debería de sentirse mal, ¿no? me debía de afligir por el hecho de que a mí me gustaba el, y él se iría lejos en dos días más; no existía una razón contundente como para que Max fuera el que estuviera con los sentimientos por la tierra.

O tal vez, pensándolo bien, sí podría existir una razón. Me mordí el labio arrepintiéndome de que mi atolondrada mente hubiera estado decidida a encontrar la respuesta, ya que esa respuesta dolía: Sarah. Eso sí tenía lógica.

Ya no se verían. Él se iría a Bélgica, y ella seguiría aquí en Nove. Kilómetros y kilómetros los separaría ; esa sí era una razón para encontrarse afligido. Sin embargo, seguía existiendo el factor "¿Por qué está tan distante conmigo?" Si el asunto era Sarah, ¿Por que parecía querer evitarme a toda costa a mí?

- Quizás lo intimidas. - indujo Ronny sentandose en mi cama. - Tu mirada a veces puede llegar a ser muy... severa. - Miré por sobre mis hombros, y le regalé una cara de pocos amigos. Ella pareció no notarlo.

- Vamos, Ronny. La que sacó los ojos de papá fuiste tú, no yo. La mirada de mi padre era tan... - suspiré - Escalofriante.

- Lo que digo es que, quizás tiene miedo a hablarte, ya que debe de sentir que cada vez que se te acerca le quieres tirar un libro a la cabeza. - Suspiró, y yo la miré con detenimiento a través del espejo de cuerpo entero que estaba colgado en la puerta. - Eso me sucede a mi. A veces. - aclaró finalmente.

¿En verdad era tan mala persona? No es que quisiera ser mala, descortés o cruel, era simplemente que no soportaba la idiotez humana. Digo, si por ejemplo Ronny me ve concentrada escribiendo, en la tranquilidad de mi habitación, lo mas lógico sería dejarme sola, ¿No? Lejos de cualquier clase de Distracción. Pero, ¡Hey! Parecía que todo lo que tenía sentido, lo hacía de modo inverso: En lugar de darme privacidad y momentos a solas, Ronny llegaba y se sentaba conmigo, según ella para "charlar" un poco. ¿Qué parte de "Mis ojos casi se inundan en el papel" es la que ella no comprendía? Así mismo me había llegado a suceder con Max cuando, por ejemplo, escribía en la playa y el solamente llegaba para decirme cuánto le gustaba Sarah. Esa frase realmente me descolocaba, y ahora admitía que hasta me dolía.

- Ya no importa. - Mascullé mientras que con mis manos me quitaba la blusa, quedandome así en prendas menores. Aventé mi camisón de dormir a la cama, y Ronny abrió entonces una de esas revistas de Chismes que tanto la entretenían. Busqué mi blusa Verde, y elevé mis brazos para entrar en ella. - Max se irá a Bélgica , yo volveré a Boston, y toda esta estupida ilusión de "amorío de verano" se irá al caño, así como todo Nove, Toda Italia, y todo el continente Europeo.

- Valla... - Ronny suspiró. - Si pudiera elegir un día donde estuvieras mas antipática para todo, creo que este podría ser una buena opción para ocupar el primer puesto. - Ignoré su comentario.

Ronny en el fondo sabía que yo tenía razón, pero jamás lo admitiría. No, no era cuestión de Orgullo - la orgullosa de las dos, era yo. Ella, no tanto. - la cuestión aquí, es que Ronny parecía ser fiel amante de que "Le rompan el corazón". Se ilusiona, aun sabiendo que sería imposible. Ronny parecía tener problemas con esos sentidos de la ilusión, pero yo, una escéptica del amorío, eso era lo único que jamás me ocurriría. Por lo que mi mejor frase, estaba empleada en esta situación: Mejor cortar las alas antes de Iniciar el Vuelo, a que se corten por si solas en medio del cielo y caer. Y morir. Bueno, lo de la muerte fue un extra que acababa de inventar.

Una escritora sin amor - (Max Verstappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora