Eso era cruel. Era jugar con la verdad, con mis sentimientos, mis emociones, mis pensamientos y mis acciones; ¿por qué todo siempre me tenía que salir mal, estrepitosamente mal? Pero claro, según el punto de vista de Max, yo no perdía absolutamente nada con ayudarlo, ya que él no sabía enteramente de mis sentimientos, y dudaba que alguna vez llegara a obtener las agallas suficientes como para aceptarlo.
- No. - repetí por quinta vez, teniendo que aguantar los constantes ruegos y sobornos de Max - ¡No me haré pasar por tu novia! ¡Eso es algo casi sucio!
- ¡Vamos! - viró los ojos y frunció sus labios, provocando en él un rostro como de perrito triste. - ¡Por favor! ¡Ayúdame a callarle la boca a Daniel! - suspiré, revelé los ojos y me crucé de brazos enfadada. - Imagínate que Ronny estuviera todo el tiempo haciéndote ver todo lo malo sobre tu persona, queriéndote hacer sentir inferior, y retándote constantemente. ¿Cómo te sentirías? - alzó las cejas.
- Yo podría simplemente ignorarla, por que sé que no es verdad. - Max movió la boca como si fuera a hablar, pero no emitió sonido alguno. Miré hacia el suelo.
- Te. Lo. Ruego. - habló cortante, y acto seguido se hincó en una pierna, así como se hincan los que piden matrimonio, así. Bueno, mas o menos. Tomó mi mano estirando su brazo, y me rogó una vez más. Esto era patético.
¿Terminaría herida? Sin lugar a dudas. ¿Por qué? Porque estaría jugando a una ilusión que yo había tenido, un sueño. Estaría intentando llevar a un insípido sueño que tuve hacía noches a la realidad. La cosa que dolería sería posiblemente, mis sensaciones. Las sensaciones que tendría de Max tomando mi mano, de besarme en la mejilla - no creo que se atreviera a besarme en los labios, ni siquiera por esa mentira... él era bastante distante en ese aspecto. - Sabía que, justo al momento en que el acariciara mi brazo frente a sus padres, y dijera la famosa frase "Mamá, papá, ella es mi Novia" mi corazón se desbocaría, y comenzaría a confundir la realidad de la fantasía. Eso obviamente era un evento fantasioso, pero ¿Quien le explicaría a mi piel que las mariposas que sentía cada vez que el rozaba su mano con la mía eran falsas?
Me sentía estúpida a veces. Bueno, todo el tiempo lo hacía, pero esta sensación aumentaba cuando por alguna razón - extraña- Max y yo tuviéramos algún contacto piel a piel. Era como que, ¿Cómo es posible que yo sea la única que siente esto? ¿Este cosquilleo? ¿Este ardor? ¿Este vuelco del estomago que me pide por algo un poco mas intenso que solo un roce? Era una sensación tan fuerte, que me parecía imposible que la sensación no le llegara también a él. Y ahí es donde me ilusionaba de que tal vez, el me veía un poco mas que como amiga. Claro, eran ilusiones... al final, el solo tenía ojos para Sarah, y recuerdos para Alice. De hecho debería de odiarlo: Él estaba engañándose a si mismo queriendo salir con Sarah, cuando, por el modo en que él hablaba de Alice, aun sentía algo fuerte por ella. Que afortunada Perra, sin duda. Una perra con cinco patas, por si pierde la cuarta.
- Te vez ridículo. - admití levemente con una risilla en los labios. Max elevó su mirada, conectando sus ojos con los míos. Al menos desde mi lado de la conexión si enchufaban, aunque desde su punto de vista hacían cortó circuito. Qué extraña... comparación. Fuera como fuera, Max se levantó con una sonrisa.
- ¿Me ayudarás? - preguntó con una sonrisa en los labios. Esa sonrisa que yo solamente deseaba que se repitiera, y que haría de todo para volverla a ver. Hasta hacerme pasar por su maldita novia.
Mis manos sudaban nerviosas mientras Max doblaba en la esquina. Mis piernas temblaban, y yo no hacía más que mirar a través del cristal de la ventana. Suspiré al ver el sudor del espejo gracias a la humedad del día, y con mi mano comencé a hacer dibujos pequeños en ésta misma. Dibuje un torpe, chueco y para-nada-femenino-típico-de-niñas-dibujar-perfecto corazón. Refunfuñé, y Max río.
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Una escritora sin amor - (Max Verstappen)
FanficElla es una chica llamada Elizabeth. Con 19 años busca entrar a la universidad con una beca estudiantil para literatura, pero al descubrir que su beca ha sido reducida, se encuentra con un pequeño concurso de la misma institución que puede hacer que...