Capitulo 63 - El más triste día tres

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Unas cuantas correcciones, arreglos ortográficos, y mi ensayo estaba listo para ser enviado y leído por directivos de la universidad. Sentí el corazón en la garganta cuando apreté el botón de "enviar"

Dios mio santo.

Me levanté de la cama, y caminé alrededor de toda mi habitación, cuando posee mis ojos en el calendario, mi corazón se detuvo al momento en que ví el numero. 3. 3 de junio...dos meses...quedaban dos meses.

"— Feliz Tres de Julio. — dijo con júbilo. Él, al ver mi rostro de "¿Qué?" Rió y aclaró su garganta. — hay que hacer del tres de Julio nuestro aniversario.

— ¿Aniversario?

— Aniversario de Amistad. — aclaró. Yo reí, y el tan solo sonrió mirándome fijamente.

— ¿Tres de Julio? - el asintió. — Feliz aniversario de amistad."

Oh, Dios... ¿Él lo recordaría? Ese ya no sería un aniversario de amistad, ¿O sí? Bueno, ya habíamos cruzado la línea de amigos hacía un tiempo, así que era difícil pensar si esa fecha era algo importante.

Tantos pensamientos enmarañados estaban matando mi cabeza. Necesitaba un buen baño.

Caminé hacia mi ropero, y tomé una blusa de tirantes, un short y ropa interior; envolví todo dentro de mi toalla, y me fui con mi neceser bajo el brazo hacia la puerta. Mi corazón casi salta de alegría al ver a Max, al pie de la puerta, con una rosa roja en la mano

— Feliz día Tres. — sonrió de oreja a oreja, y me entregó la rosa. No pude evitar sentir como sonreía como una boba chica enamorada. Max se acercó a mi y beso mi frente de una manera tierna.- Tengo que irme con Lorenzo para ver un asunto de papeleo, pero no quería que olvidaras que día es hoy.

— ¿Olvidarlo? — Pregunté y bufé. — Yo nunca olvido nada. — Max sonrió de oreja a oreja, para después inclinarse hacia mí, y darme un delicado beso en los labios.

— Te amo mucho. Feliz aniversario de amistad.

— ¿Sigue siendo de amistad? — Max  rió y yo alcé la ceja mientras veía a la hermosa rosa que tenía en mis manos. No era una flor normal, era grande, y tenía sus pétalos bien separados y definidos.

— Mejor lo dejamos en Aniversario.

— Aniversario es para un año.

— ¿Quieres dejar de poner peros y disfrutar? — Rodeé los ojos sonriente, y él besó mi mejilla. — Regresaré en la noche.

— Suerte. — Dije antes de ver cómo Max desaparecía por el pasillo.

— Así que... ¿Cada día Tres van a celebrarlo? ¿En serio? — Ronny arrancó con sus dedos un pedazo de cascara de aquella naranja agria que tenía en sus manos. — ¡Ja! ¡Y dices que yo soy la ridícula!

— ¡Ronny! — enrojecí; si, sabía que era patético y cursi, pero... ¿Por qué no podía intentar ser yo una chica patética y cursi? Siempre había sido lo contrario a eso, así que tener una excusa para salir de lo típico era bueno. — Tú si has sido más ridícula que yo, no me hagas recordar el modo. — Ronny soltó una carcajada, para después meterse un pedazo de naranja en la boca, sacarle todo el jugo, y tirarla al cesto de la basura.

— Da lo mismo. — Mi hermana mantenía el ceño fruncido gracias al ácido de la fruta; sacudió su cabeza, y gesticuló varias caras para intentar desarrugarla, como ella decía. — Se ven bien juntos. Me alegra que al final, Italia si haya sido una buena opción.

Para mi sorpresa, no dijo nada más. Pensé en ese momento que volvería al tema de la distancia, y la verdad, ese día, no tenía nada de ganas de tocarlo. Al menos ese día tres, tenía que relajarme y pensar solamente en Max y yo.

Una escritora sin amor - (Max Verstappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora