La luna de miel terminó el jueves.
Para cuando William se despertó, Scarlett estaba subiendo la última de sus maletas al yate y por la mirada asesina de la mujer, él no tuvo más remedio que empacar lo más rápido que pudo dejando un par de pertenencias regadas que pediría que le enviaran a casa.
Y no fue hasta que ambos estuvieron en el jet camino a casa, que él tuvo el valor de preguntarle el por qué; aunque era demasiado obvio.
- Debo asistir a un evento mañana y no vale la pena seguir perdiendo el tiempo aquí contigo –contestó mirándolo despectivamente.
William no dijo nada más y aguantó la puñalada que las palabras de Scarlett habían significado.
07 de febrero. Actualidad.
- No pensé verte volver en mucho tiempo, Scar –dijo Jules sonriente, viendo cómo su jefa prendía la computadora de su oficina a 9 de la mañana del viernes.
- No estoy de humor, Jules –respondió la diseñadora sin siquiera mirarla.
A la rubia se le borró la sonrisa y adoptó una postura más recta al recordar que nos los días que no eran buenos para Scarlett, por lo regular, tampoco eran buenos para nadie más.
La castaña suspiró con su cara entre las manos –lo siento, Jules- se disculpó y la miró por fin –no estoy lista para hablar de esto, pero sé qué somos amigas y sólo puedo decir que no está siendo fácil. Así que, ahora vamos a trabajar ¿de acuerdo?
La rubia asintió comprensiva - ¿piensas asistir al evento de esta noche?
- Sí ¿puedes...
- Buenos días, señoritas –la voz de Charles Arnault cruzó toda la habitación cuando apenas estaba asomándose en la puerta.
- Chuck –sonrió Scarlett.
- Timbra al teléfono si me necesitas. Con permiso –dijo Jules antes de irse saludando brevemente a Chuck.
- Apenas me enteré que estabas aquí, quise verte –dijo él caminando al escritorio mientras Scarlett se levantaba de su silla para abrazar a su amigo.
- Me alegra verte –le dijo ella todavía abrazándolo.
- No pensé que regresarías hasta la próxima semana, chère.
- Hay demasiado qué hacer aquí –sonrió ella falsamente. Chuck, por supuesto, no se la creyó, pero sabía que Scarlett no le diría demás.
- Venía a pedirte como mi pareja para la alfombra de esta noche –sonrió el francés.
Scarlett lo pensó un segundo. Ella no había invitado a William todavía, porque la verdad era que no quería asistir con él. Suficiente había tenido con tener que dormir en la misma que él tratando de evitarlo desde que había llegado a la ciudad la tarde anterior. Sin embargo, no podía aceptar la propuesta de Chuck por mucho que no quisiera ir con su esposo, porque no se vería bien y ella debía cumplir con su parte del contrato, cuidarlo y fingir que gozaban de un matrimonio perfecto.
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DAGA ROJA
Novela JuvenilLa grandiosa diseñadora Scarlett Dhapunt, que con apenas 24 años de edad, se encuentra en la cima del éxito, está perdidamente enamorada de un hombre que es 14 años mayor que ella, desde que era apenas una niña y no parará hasta darle caza y consegu...