CAPÍTULO 20: POSSESSIVE

2.2K 117 0
                                    

13 de octubre. Ocho años atrás.

Sola, como casi todos los días hábiles de la semana, es muy difícil que una adolescente hormonal pueda mantenerse quieta en su hogar. Ella no iba a ser la excepción, por supuesto. Menos cuando llevaba semanas siendo presionada acerca de tener relaciones sexuales, por el chico, tres años mayor, con el que se encontraba saliendo actualmente.

Ella no sabía si debía sucumbir a satisfacer sus deseos carnales, incluso si no era con el hombre que verdad quería, y en el camino darle gusto también a su novio o ignorar a sus hormonas y dejar que el chico universitario siguiera rogando por su "tesoro".

Riendo por cómo había decidido llamar a su himen, la menor de la familia dejó de darle tantas vueltas a su asunto y tomó su móvil marcando el número telefónico de su novio.

- Hola preciosa –contestó el chico al otro lado de línea.

- Marcus –dijo mordiéndose el labio nerviosamente- ¿quieres venir a mi casa?

- ¿Ahora? Estoy ocupado jugando en línea con los chicos. Podemos ir por helado mañana.

- Estoy sola en casa, Marc.

Fue todo lo que ella tuvo que decir para que el chico comenzara a terminar sus partidas online y le prometiera estar tocando su timbre en menos de diez minutos.

Y así fue.

Cuando la chica abrió la puerta, siete minutos después, un larguirucho y apenas fornido cuerpo se abalanzó sobre ella besándola casi hambrientamente. Ella lo siguió gustosa, después de todo era su novio porque se gustaban mutuamente, incluso si no se amaban. O por lo menos, ella a él no.

- Vamos a la habitación –mustió la jadeante chica.

El mayor asintió y con destreza la tomó de los muslos obligándola a enredar las piernas sobre su escalera, haciendo que ella riera divertida y dejara pequeños besos húmedos por su cuello mientras ambos se dirigían a su habitación rosa.

Con cuidado, Marcus dejó a la chica sobre la cama sacando su propia camiseta sobre su cabeza rápidamente antes de inclinarse a besarla nuevamente.

A la chica se le cortó la respiración cuando su novio tomó el borde su la camiseta que llevaba puesta y tiró de ella hacia arriba, apenas separándose para sacarla del camino y volviéndola a besa, esta vez buscando, con manos diestras, la cinturilla de su pequeño short de mezclilla para retirarlo sin más preámbulo, dejándola simplemente en pequeña ropa interior de algodón blanco.

Con 16 años, era bien sabido que la menor de los Dhapunt tenía un cuerpo impresionante que aparentaba ser mayor de lo que realmente era; sin embargo, fue el turno de Marcus para quedarse sin aliento cuando los generosos pechos pálidos de su novia aparecieron frente a sus ojos que juntos con sus largas y pálidas piernas desnudas, eran un detonante a corto plazo.

Ellos llevaban juntos poco menos de dos meses y ella no le había dado oportunidad de siquiera tocarla más allá de lo públicamente debido, así que ahora que la tenía semidesnuda ante sus ojos, la boca se aguó y la erección dentro de su pantalón estaba luchando por no explotar lo más pronto posible.

Marcus se inclinó nuevamente sobre su novia besándola, ella por su parte sostenía la cara del chico, cada vez más excitada y lista para lo que estaba muy cerca de pasar.

El chico la acariciaba urgentemente y cuando por fin se decidió a bajar liberar la parte de su cuerpo que estaba matándolo a cada segundo, el sonido de la madera rebotando contra el concreto hizo que ni siquiera se pudiera bajar la cremallera y saltara lejos del pequeño cuerpo de ella dejándolos a ambos completamente sin aliento y asustados.

DAGA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora