CAPÍTULO 35: CLOSER

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31 de octubre.

- Auch- se quejó Scarlett.

- ¿Qué pasa? –preguntó William preocupado.

- Me lastimé un poco.

- ¿Qué? –el hombre espabiló un poco y se fijó en donde su esposa señalaba. Una venda alrededor de brazo izquierdo - ¿qué es eso?

- Me retiraron el implante ayer para renovarlo hoy mismo –dijo despreocupada- pero creo que la enfermera me lastimó un poquito.

- De acuerdo, yo mismo me aseguraré de que hoy lo haga alguien más cuidadoso –contestó volviendo a besarla. Scarlett rio un poquito sobre su boca. Siempre le iba a enternecer demasiado la sobreprotección de su marido, una razón de tantas para amarlo.

 Siempre le iba a enternecer demasiado la sobreprotección de su marido, una razón de tantas para amarlo

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21 de noviembre.

Los meses, los días, las horas habían pasado rápido. Demasiado, para el punto de vista de las personas enamoradas; porque justo de esa manera pasa el tiempo cuando uno es feliz y dichoso.

Para este punto, el frío otoño se colaba por las capas de ropa de las personas que paseaban tranquilamente por las avenidas de una ciudad bañada de atardecer, y Scarlett Dhapunt no era la excepción, mucho menos cuando se encontraba en el estacionamiento abierto de la naviera Dagger a la orilla del puerto, en camino a la oficina de su esposo.

- ¿Por qué hay tantas cajas? –preguntó la diseñadora apenas entró a la oficina del director.

William pasó saliva –se está planeando una remodelación- sonrió forzadamente. Mentira, claro que era mentira. Pero Scarlett no notó el ambiente sombrío que cubría a la empresa entera. Casi todo el mundo sabía que William se iría en poco más de un mes, pero nadie estaba autorizado para decírselo a su esposa, lo haría él mismo cuando sintiera que sería el momento adecuado.

- Si necesitas ayuda, me avisas ¿ok? –dijo ella guiñando, con la coquetería de siempre, al tiempo que llegaba frente a William y se sentaba en el escritorio frente a él.

El hombre asintió avergonzado de estarle mintiendo a su mujer y antes de que se arrepintiera y le confesara todo, se levantó de su silla para besarla tiernamente mientras sostenía su cara con ternura.

Después de besarla, William siguió sosteniendo la cara de la diseñadora, observándola con todo el amor que tenía dentro de sí, admirándola, memorizándola, adorándola en silencio.

- ¿No me has memorizado bien aún? –preguntó Scarlett en modo juguetón.

William rio, por primera vez en el día, de verdad –Hace mucho tiempo que memoricé cada una de tus pecas, Scar –le susurró antes de darle otro pequeño beso en los labios- es sólo que no creo que me alcance esta vida para adorarte.

Scarlett pudo sentir como su pecho se apretaba con emoción y como los sentimientos se acumulaban detrás de ojos haciendo que se aguaran ligeramente.

- Te amos ¿sabes? –dijo con la voz quebrada- me emociona mucho pensar en estar para siempre contigo –se rio nerviosamente- Dios, qué ridícula.

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