CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 8: Planes

Todo seguía su curso. El equipo 7 partió a su primer misión fuera de la aldea, escoltar a un tipo llamado Tazuna hasta el País de las Olas. Parecía sencillo, o al menos eso pensaba Emiko, mientras oía a Mikoto hablar sobre los planes de la boda.

-....Y luego iremos a ver el asunto de tu ropa, Emiko, ¿estás prestando atención?- Dijo la señora mirándola curiosa.

-Eh? Lo siento no la escuché, ¿Qué es lo que decía?- Contestó Emiko con poco interés.

Mikoto suspiró y le contestó –Sí que eres distraída, digo que esta semana comenzaremos a ultimar detalles, recuerda que falta un mes para la boda, las invitaciones ya se enviaron y falta que se confirmen invitados, pero falta terminar de ver todo el asunto de tu ropa y la de Itachi-.

-De acuerdo-. Contestó la chica. El hecho de que falta un mes para la boda hacía todavía más real un hecho en el cual no quiso pensar en los últimos años. No era que le agradara mucho casarse a los 18.

-Hay algo que quiero preguntarte- Oyó a Mikoto decir.

-¿De qué se trata?-

-Tu...No quieres casarte con Itachi, ¿verdad?- Preguntó Mikoto con una leve sonrisa.

-Yo- La pregunta la tomó por sorpresa –No es eso, es que, aún no sé cómo tomarme todo este asunto- Respondió sincera –Estoy consciente de que es por el bien de todos y que la mayoría lo toma como un matrimonio de conveniencia, pero quiero que sepa que daré mi mejor esfuerzo para hacer feliz a Itachi y que estoy segura de que llegare a amarlo algún día-.

-¿Estas segura?- Preguntó intrigada Mikoto.

-Sí. Vera usted, antes de que se acordara nuestro compromiso, Itachi y yo nos volvimos cercanos y pues, él empezó a gustarme, aunque no sé si era mutuo. Es por eso que creo que este matrimonio puede resultar, aunque sea muy repentino-. Contestó Emiko de manera honesta.

-Me alegro de oírte, sólo espero que mi hijo sienta lo mismo por ti-.

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La misión había resultado más difícil de lo que pensaban, al final terminaron peleando con un criminal de clase S, un ninja de la Neblina llamado Zabuza Momochi, y su compañero Haku, y todo había sido muy complicado. Sakura pensaba que realmente tenían suerte de volver con vida a la aldea. Miró a sus compañeros, Sasuke era el que más herido termino.

-Sasuke, ¿te encuentras bien?- Le dijo preocupada.

-Sí, no te preocupes- Contestó estoico, como siempre.

-Enseguida llegamos chicos, lo primero que haremos será ir al hospital a que nos vean- Dijo Kakashi.

Los pensamientos de Sakura giraban en torno a lo acontecido en la misión. Desde niña, había visto a Sasuke como una especie de príncipe azul, que rescataría a la princesa y fin de la historia. Sin embargo, lo vivido recientemente le mostró otra cosa. Los cuentos de hadas son sólo eso, cuentos de hadas, donde no hay nada real, salvo las personas. Sasuke Uchiha era una persona como cualquier otra, de un clan influyente, sí, pero persona en fin, y como tal tenía defectos, debilidades que quedaron expuestas. Ni ella ni sus dos compañeros tuvieron, nunca, una experiencia cercana a la muerte como en esta ocasión. Enfrentarse a ese abismo fue... terrorífico. Pero algo le quedó claro, Sasuke no era un príncipe azul, ni ella una damisela en apuros, eran ninjas, y como tal, debían estar dispuestos a dar su vida de ser necesario. Debía ser más fuerte. Por el bien del equipo.