CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 48: Recuerdos que amargan

Hacía más de una hora que habían partido de la aldea, Kakashi, Emiko, Sakura y Naruto, como el equipo Kakashi, atravesaron el bosque, llegando a un pequeño lugar de descanso donde se encontraron con Temari, la hermana de Gaara.

-Recibimos un mensaje de tu aldea, donde nos pedían ayuda debido a que Akatsuki secuestró al kazekage- Explicó Emiko a la joven de la arena, quien estaba completamente muda.

-No sólo eso- Intervino Kakashi -Al parecer, en el proceso, hirieron a tu otro hermano, Kankuro. Por lo que también llevamos apoyo médico- Dijo el peligris en referencia a Sakura.

-No puede ser, ¿cómo pudo haber ocurrido?- Decía Temari.

-No lo sabemos, más que lo que decía la carta- Siguió Emiko.

-¡Ya está bien! Tenemos que darnos prisa y llegar a la aldea de la arena- Dijo Naruto alterado.

Sakura lo observó, por más que comprendiera su enojo y su prisa por llegar, no podía ponerse completamente en su sitio, ya que le resultaba imposible comprender la crueldad de ser un jinchuriki La pelirrosa recordaba cuando comenzó a investigar al respecto. Después de aquellos exámenes chunin malogrados en la aldea, después de ver a Naruto pelear, se dio cuenta de que había algo en él que no era normal, que iba más allá, así que, a la par que estudiaba ninjutsu médico, comenzó a indagar al respecto, topándose con algo mucho mayor, incluso que su aldea, el hokage y cualquier otra cosa, fue al cabo de un año que obtuvo la respuesta que necesitaba.

El cielo estaba tapado por nubes, todo gris, Sakura llegó ese día a la casa principal del distrito Uchiha, donde residía la familia del líder, para ver a Mikoto. La mujer llevaba tiempo con un cuadro depresivo, por supuesto, a causa de la huida de Sasuke, hace ya un año. Sakura la comprendía, después de todo ella tambien estaba sufriendo la ida del pelinegro, aunque al parecer, tenía al parecer, una mayor voluntad que la madre del chico. Una vez terminada la revisación de la mujer, Emiko la invitó a tomar te.

-¿Cómo la encuentras?- Preguntó la chica.

-Igual, aunque con más ánimo, tal parece que está comenzando a mejorar- Respondió la pelirrosa.

-Eso es bueno. Comprendo que esté deprimida. No debe ser sencillo que tu hijo menor tome un camino tan erróneo- Dijo Emiko mientras servía té para ambas.

-Supongo que no. Pero, a veces me pregunto, que es o no correcto- Dijo Sakura algo vacilante.

-¿Te sucede algo, Sakura? Te noto más pensativa de lo normal- Le dijo la joven.

-Yo... he pensando mucho durante este tiempo, acerca de Naruto, de Sasuke. Y lo único que acabo preguntándome a mí misma es... ¿Por qué? ¿Por qué llegamos a esto?- Dijo la pelirrosa.

-Te aseguro que no hay una respuesta, al menos una única- Le dijo Emiko.

-Se que Sasuke tenía sus recelos contra todos, pero, porqué irse con alguien como Orochimaru- Dijo la pelirrosa -También está Naruto- Continuó Sakura.

Afuera, la lluvia caía a latigazos, mientras las dos chicas se miraban.

-Emiko, ¿Qué es eso en el interior de Naruto? Eso que brota con su chakra- Emiko no se sorprendió ante la pregunta de Sakura, era una chica inteligente, observadora, y tarde o temprano se daría cuenta de lo que acontecía con Naruto.

-De manera que lo has visto- Dijo Emiko.

-Todos lo vimos, en los exámenes chunin, en aquella ocasión Naruto expulsó un fuerte chakra mezclado con el suyo propio. Desde entonces he pensado que debe haber una razón-