Mientras caminaba hacia la academia, Sakura iba pensando en los recientes acontecimientos de su equipo. La misión en el País de las Olas fue sumamente complicada desde su punto de vista, y aunque apenas salieron con vida, no quitó el hecho de que sufrió, más al creer que Sasuke murió. Cambió mucho desde que regresaron, ya no se comportaba tan pegajosa con él, no insistía en que le prestara atención, es más, decidió que debía mejorar sus habilidades como ninja, algo que poco le importaba tiempo atrás.
-¡Hola Sakura!- La enérgica voz de Naruto la sacó de sus cavilaciones anunciándole que había llegado a su destino. Sasuke estaba al lado de Naruto.
-Hola-. Le dijo él.
-Hola chicos- Dijo aún pensativa. Sasuke la observó y lo primero que le vino a la mente es que desde hace un tiempo ella estaba distinta, ya no parecía tener esa alegría que mostraba cuando el equipo recién se formó. –Entremos-. Dijo únicamente.
//
Miraba el cielo acostada sobre la hierba. Aun así sus oídos estaban atentos a cualquier cosa, más aún después de lo que habló con el tercer hokage. Aunque no podía evitar el dejar divagar su mente.
-Me pregunto si a los chicos les estará yendo bien- Dijo en voz baja y más para sí misma, sin percatarse de que la observaban.
-Estoy seguro de que están bien, después de todo los 3 son habilidosos- Emiko se levantó rápidamente al oír esa voz que reconoció perfectamente.
-Itachi, hacía tiempo que no te veía- Comentó ella.
-La verdad es que estuve de misión todo este tiempo, una investigación que se prolongó más de la cuenta- Respondió el pelinegro observándola –Lamento no estar el tiempo suficiente como para prestar atención al asunto de la boda-.
-No es nada, no te disculpes, al fin y al cabo es un poco lógico que yo le preste más atención a esos detalles, obviamente con ayuda de tu madre-
-Ya veo- Itachi lucía muy calmado mientras hablaba –Por cierto, escuche que serás uno de los sensores del examen-
-Sí, de la segunda etapa, en el bosque de la muerte- Dijo ella nerviosa, no sabía porque le ponía así, era cierto que le gustaba el chico, pero no para ponerla nerviosa.
-Me alegro, eso significa que le hokage te tiene mucha confianza- Le dijo sonriéndole. Ambos se miraron unos segundos hasta que Emiko desvió su mirada hacia el horizonte. Definitivamente, Itachi comenzaba a influirle de manera muy seria.
-Tengo que irme a llevarle los detalles al hokage- Itachi la vio, y la tomó del brazo, la giró y, para sorpresa de ella, unió sus labios con los suyos. Era un contacto muy cálido, amable, y sobretodo, dulce, algo que nunca experimentó. Una vez que se separaron, Itachi fue el primero en hablar.
–Emiko, me gustaría que volviéramos a tener esa buena relación de antes. Sé que será difícil afrontar un matrimonio siendo ambos tan jóvenes, pero estoy seguro de que juntos lo lograremos- Emiko lo miró y lo único que vio fue su calidad sonrisa, él, sin duda alguna era una persona sumamente amable, leal, digno de ser amado.
-Yo... quizás me sienta un poco abrumada, ya sabes, faltan 2 semanas y todo esto me ahoga. Pero eso no significa que no sienta nada por ti, al contrario, me gustas... y mucho- Le dijo ella tímidamente.
-Entonces estamos iguales, ambos nos gustamos y.... con el tiempo el amor llegará. Sólo debemos tener paciencia- Contestó Itachi –Me tengo que ir, estaré de vuelta en unos días. Cuidate- Se despidió dándole un beso en la mejilla.
//
Mientras se dirigía hacia la torre del hokage, Itachi pensó que era muy curioso como alguien tan feroz en un campo de batalla como Emiko Senju, estuviera tan asustada por la idea de casarse. Aunque era, hasta cierto punto lógico, desde que se conocían, Emiko era un alma completamente libre, hacía lo que quería, luchaba, defendía a quienes amaba. La amaba y detestaba sus inseguridades respecto a su unión, tanto que le hubiera gustado abrazarla y decirle que estaría todo bien, que no hay nada que temer, sin embargo, no debía forzar las cosas. El tiempo haría su curso.
//
-Felicitaciones. Ustedes han pasado la primera etapa del examen chunin al elegir permanecer aquí para contestar la décima pregunta-. Sasuke no podía creer lo que oía. Ni bien tomó asiento y se dispuso a leer los problemas planteados, desechó la idea de volverse chunin. Prácticamente no entendía nada de lo que allí decía. Entonces pensó en sus compañeros de equipo, era prácticamente imposible que Naruto supiera algo, dependía de hacer trampa, pero también dudaba que fuera su suficientemente inteligente como para ingenierse. Sobre Sakura, bueno es cierto que ella al momento de la batalla no era muy tenaz que digamos, sin embargo, era, de los 3 la más inteligente, estaba confiado en que ella sabría qué hacer. Aun así, no entendía por qué pasaron esta etapa así nomás. Una vez fuera del salón se encontraron con su inesperado sensor.
-¡Muy bien chicos! Los felicitó por llegar aquí- Quien estaba frente a todos ellos era nada más y nada menos que Emiko Senju.
-¡Emiko! ¿Qué haces aquí?- Escuchó gritar a Naruto.
-¡Silencio! Mi nombre es Emiko Senju y soy el sensor de esta segunda etapa. Ahora les explicaré en que consiste esta etapa-. Sacó de su bolsillo dos pergaminos, uno negro y otro blanco. –Este lugar se llama el Bosque de la Muerte, dentro de él cada equipo deberá reunir estos dos pergaminos, y una vez que los tenga dirigirse hacia la torre que ven desde aquí- Algo muy tonto desde su punto de vista –Sin embargo, el número de pergaminos es limitado, exactamente son 8 por cada uno, es decir que sólo 8 equipo deberían llegar a la torre. Ahora repartiremos a equipos al azar los pergaminos. Será una prueba de supervivencia en la que sólo 8 equipos llegarán al final. ¿Está claro?- Todos asintieron, tras repartiese los pergaminos las rejas que limitaban el bosque se abrieron y Emiko abrió su boca y gritó -¡Ahora muévanse!-.
La suerte hizo que el equipo 7 tuviera los 2 pergaminos asignados, ahora sólo debían sobrevivir a la prueba, llegar a la torre. Aunque en el camino se encontraran con alguna que otra molestia.
Sakura estaba con miedo, no podía negarlo, por más inteligente que fuera, no se sentía lista para semejante experiencia. Miraba a sus costados y hacia adelante, sus compañeros la flanqueaban, aun así no estaba tranquila.
-Escuche bien- Habló Sasuke –Por ningún motivo vamos a separarnos, estaremos atentos a cualquier ruido, por mínimo que sea. Tuvimos la suerte de obtener los dos pergaminos en el sorteo, tenemos que retenerlos y llegar a la torre, ¿ententido?-.
-Si- Contestó Sakura.
-¿Y quién diablos te puso al mando?- Replicó Naruto en voz alta.
-¡Habla despacio idiota!- Contestó el pelinegro enfadado –Aquí nadie manda, pero debemos ir con cautela, por si no te diste cuenta, cualquiera puede seguirnos e intentar quitarnos los pergaminos-
-Sasuke tiene razón. Tenemos que ser prudentes, no sabemos cuándo alguno de los otros equipos se decida a atacarnos. Estemos alertas y por favor, ¡ya no peleen!- Dijo Sakura sacándoles una incrédula mirada a ambos chicos. Si, estaba nerviosa y sus compañeros, ya lo habían notado. Solo quedaba la supervivencia.
A la distancia, alguien los observaba, sobre todo al chico de cabello negro, dueño de un sharingan. Hoy haría su primer movimiento, y si sus cálculos no le fallaban, su ambición tarde o temprano se cumpliría.
ESTÁS LEYENDO
CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI
RomanceEmiko Senju y Yumi Nozawa poseen diferentes personalidades y capacidades como ninjas, sin embargo, la tragedia acaecida en la aldea de la Hoja cambiará sus vidas por completo, quedando unidas de por vida a quienes menos imaginaban. Por otro lado, Sa...