CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 30: La princesa babosa

El viaje era tedioso, no podía negarlo, sin embargo, debían encontrar a Tsunade a como de lugar, más allá de la salud del chico Uchiha, la aldea necesitaba un hokage con urgencia. La mente de Jiraiya daba vueltas en torno a este asunto, ya que la amenaza de Akatsuki era cada vez más patente, la aldea debía tener un hokage que la protegiera y que sirviera como símbolo de unidad. Pero además, había que entrenar a Naruto, fortalecerlo para que hiciera frente a lo que le venía encima. Tal cual lo había hablado con Hiroaki, no podían dejarle a Emiko la eterna carga de custodiar al niño, menos ahora que la chica tenía una vida aparte con su esposo y sus propias obligaciones.

-Oiga sabio pervertido- Escuchó a Naruto.

-Que no me llames así, soy un investigador y un escritor de novelas para adultos- Le dijo con orgullo.

-Sí, lo que sea, ¿cómo encontraremos a Tsunade?-

-Pues, simplemente tenemos que ir a todas las casas de apuestas- Dijo el viejo.

-¿Casas de apuestas? ¡Oiga viejo yo soy menor, no puedo entrar a un lugar así! ¡Además creí que buscaríamos a Tsunade!-

-Es exactamente lo que vamos a hacer, Naruto. Veras, Tsunade es conocida por ser una frecuente visitante en casas de apuestas. Simplemente hay que entrar y preguntar por una mujer que siempre pierde- Dijo con un tono gracioso.

-Que mujer tan extraña- Dijo el niño.

-Aunque también podemos encontrarla en cualquier bar, ya que también tiene el vicio de la bebida-

-Ya veo- Dijo Naruto imaginándose cómo sería esa mujer, incluso pensando en cómo sería la aldea con una hokage ebria y apostadora.

-Entonces, ¿el maestro Jiraiya y Naruto traerán a lady Tsunade a la aldea?- Preguntó Yumi a Emiko luego de escuchar la historia completa. Emiko le contó a su amiga todo lo acontecido en su casa con el viejo sannin y Naruto, sobre el asunto de entrenar al niño y lo relacionado con el reciente ataque que sufrieron, donde Sasuke salió herido. No le ocultó nada, le contó sobre Akatsuki y todo lo relacionado a ello, debía saber cuál fue la razón por la que se vieron envueltas en una pelea.

-Una cosa que olvidé decirte, Yumi, por favor no comentes esto con nadie, salvo Shisui, quien está al tanto por su implicación en misiones. Es algo extremadamente delicado-.

-Cuenta con ello- Respondió simplemente.

-Pues sí, el anciano se llevó a Naruto con él, pensando en localizar a Tsunade, aunque, aún me pregunto como lo harán. Es alguien escurridiza esa mujer-

-En verdad, tú no la conociste-.

-Fue cuando era muy pequeña, por lo que apenas tengo recuerdos sobre ella, a excepción de su pésimo carácter- Yumi rió al escuchar esto último, teniendo en cuenta que Emiko tampoco se caracterizaba por ser dulce de carácter.

-¿Crees que aceptará volver?- Preguntó ya más seria la joven.

-No lo sé, por lo que mi padre me contó, desapareció de la aldea tras la segunda guerra shinobi, donde al parecer, perdió a personas que amaba-

-Vaya vida. Es curioso que siendo médico, y tan talentosa, la muerte le afecte-.

-Supongo que eso prueba que los ninjas, después de todo, tenemos sentimientos- Dijo Emiko un tanto pensativa –Debe ser algo increíblemente doloroso tener en tus manos la vida de la persona que amas y que se te escape así como si nada, que muera delante de ti-