CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 45: Regreso a casa

Con su característica energía, Naruto subió a la cima de una torre de agua, permitiéndole así tener una visión general de la aldea.

-¡He vuelto! ¡Naruto Uzumaki ha regresado a la aldea de la hoja!- Dijo de forma totalmente vivaz. -Por fin estoy en casa- Dijo de forma más calmada, contemplando el monumento a los hokages y luego el bosque del clan Senju, donde también estaba la casa donde creció.

-Ya bajate muchacho, hay que reportarse con Tsunade- Dijo Jiraiya desde el suelo.

En el camino, se encontraron con dos caras conocidas.

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Se había hecho costumbre que cada medidía almorzaran juntas, y es que la ardua labor que realizaban tanto Sakura como Yumi, a veces las dejaba sin tiempo para volver a sus hogares, por lo que salían entre períodos del hospital para poder comer, y habitualmente lo hacían juntas. Mientras salían de un pequeño local de comidas cercano al hospital, ambas jóvenes vieron caras familiares.

-Hay mucha tranquilidad últimamente- Comentó Yumi, quien al alzar su cabeza vió alguien especial -Naruto- Susurró la joven.

-Pues si, desde que Naruto se fue está todo demasiado tranquilo en la aldea- Dijo Sakura riéndose.

-No es eso- Dijo Yumi -Mira, ese es Naruto- Dijo sorprendida.

-¿Qué? ¿Naruto?- La pelirrosa alzó su rostro para ver la enorme sonrisa de su mejor amigo.

-¡Sakura! Hace mucho tiempo que no nos vemos, vaya que estás cambiada- El rubio posó su mirada en la joven junto a Sakura -Hola Yumi, sigues tan guapa como siempre-

-Gracias, Naruto- Le contestó la aludida con una tímida sonrisa -Tu si estás diferente, ¿cómo te ha ido?-

-Pues bien, por fin estamos de regreso- Y mientras Naruto parloteaba, Sakura lo observó detenidamente, había cambiado, estaba más alto, se notaba el entrenamiento que había tenido, se preguntaba si en su mente seguía igual, pero suponía que había madurado, por fin.

-Oy Naruto- le dijo la pelirrosa. -¿Notas algún cambio en mí, no ves más fenemina que antes?- El rubio la miró y con su tiípica sonrisa contestó a su amiga.

-Pues, ¿qué dices Sakura? Si estás igual, no has cambiado en nada?- Este comentario solo causó que a la chica le latiera una vena en la frente. Cuando se disponía a golpearlo por su estupidez, Yumi se puso en el medio, calmando a Sakura.

-Tranquila, no es para tanto- Le dijo entre risas, para luego girarse hacia el chico -Naruto, debes saber que Sakrua es considerada una de las chicas más bonitas de la aldea, tiene muchos admiradores-

-Este niño no tiene tacto alguno con las damas- Los 3 se giraron al escuchar la voz de Jiraiya.

-Maestro Jiraiya, que gusto verlo- Dijo Yumi con una reverencia.

-Que placer para mis ojos ver tan hermosa jovencita- Dijo en tono jocoso el sannin, y mientras que hablaban, hizo acto de presencia alguien familiar para todos, el joven nieto del tercer hokage, Konohamaru Sarutobi.

-¡Naruto, por fin volviste!- Exclamó el niño.

-Por supuesto, Naruto Uzumaki volvió!- Dijo con mucha energía el rubio.

-Tengo algo que enseñarte, mira atentamente- contestó el chico, realizando un jutsu de transformación, una vez disipado el humo, apareció la silueta de una curvilínea joven.