CAPITULO 52: La fuerza de un lazo

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Era la primera vez en su corta vida que sentía un frío abrazador por el cuerpo. No, era incorrecto, había sentido ese frío cuando en el País de las olas, estaba frente a un ex espadachín de la Neblina. Había sentido aquello en esa ocasión, ahora volvía a sentirlo, pero en mayor medida. Sakura sabía que estaba sola, sin su equipo, junto a la anciana Chiyo, frente a un miembro de Akatsuki. La anciana de la Arena se daba cuenta que la jovencita a su lado no tenía la menor experiencia en combate, que probablemente era la primera vez que se enfrentaba a una posible muerte.

-Sakura- Habló en voz baja la anciana -Quédate tranquila, podemos hacerlo- En los ojos verdes de la chica se notó un deje de tranquilidad, de ligera confianza.

-Sí, lo haremos- Asintió Sakura.

Tanto Sakura como Chiyo se lanzaron a atacar. La pelirrosa sabía perfectamente que era poco probable que ella ganara el combate por si misma, no por debilidad, sino por su escasa experiencia. Le molestaba un poco ello, pero también sabe que, a diferencia de aquella ocasión frente a Zabuza, ahora tenía forma de defenderse, había entrenado a lo largo de 3 años, y debía seguir perfeccionándose como ninja, pero el salto que había dado, fue enorme. A medida que el tiempo transcurría, y cuanto más se notaba la diferencia de poder entre ambos lados, Sakura recordaba como llegó hasta este lugar, desde el momento en que le pidió a su Tsunade ser su aprendiz, hasta cuando finalmente hizo uso de su habilidad con el taijutsu en un combate de entrenamiento.

Hacia un año que estaba entrenando su ninjutsu médico, durante las mañanas ayudaba a Yumi en el hospital, y en las tardes estudiaba todos los libros de medicina de Tsunade. Pero también, desde hace meses su maestra decidió entrenarla en combate, así que ambas se encontraban cada cierto día en el bosque del clan Senju, donde era instruida en taijutsu. No podía decir que fuera sencillo, su maestra no se lo dejaba, la exigía y atacaba como si se tratara de un verdadero combate. Pero Sakura lo agradecía. Uno de esos días se unió a ellas de forma inesperada Emiko.

-Hoy Emiko nos ayudará en tu entrenamiento. Ella es una de las mejores dentro de la aldea en cuanto a taijutsu, pero también tiene un kekkei genkai sumamente fuerte, que será útil para probar tu nivel- Dijo Tsunade.

-Si, señora- Contestó la chica.

-De acuerdo. Emiko, no seas blanda con ella. No es necesario que uses al máximo el mokuton, pero exígele- Dice la hokage a Emiko.

-Muy bien. Será como quieras- Dijo la joven, luego miró a Sakura y le habló -Sólo te diré que estés atenta, algo interesante del elemento madera es que es impredecible. Ten cuidado- La niña asintió y ambas comenzaron su entrenamiento.

Y fue tal y como le Emiko, el elemento madera aparecía por cualquier sitio, de manera despiadada doblándose y arremetiendo, pese al completo control que su usuria ejercía, la ocasión le pedía que fuera dura, que buscara sacar lo mejor de Sakura al momento de defenderse. Pasados unos 10 minutos, Tsunade paró el combate, claramente, la experiencia de Emiko era mucho más que la de Sakura.

-Aún te falta- Le dijo Tsunade a la pelirrosa -Y tu, presionaste bien, pero se que puedes ser más dura- Le dijo ahora mirando a Emiko.

-Si soy más dura podría matarla- Le dijo la joven en tono sarcástico. Ambas solo se miraron y rieron.

-Bien, es todo por hoy, vayan a descansar. Y mañana, Sakura, Yumi necesita algo de ayuda en el hospital, ve temprano y así comienzas trabajas tu ninjutsu médico-

-Si, señora- Las ujeres se despidieron y Emiko invitó a Sakura a comer dangos.

En el local de dangos, las dos se sentaron ycomieron agusto, mientras conversaban, obviamente la charla amena derivó en un tema preocupante para ambas, Sasuke.

CRONICAS DE UN AMOR SHINOBIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora