CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 22: Prodigio

La pelea comenzó, Itachi observaba a su hermano menor, el cual parecía confiado, pero aún así temía cualquier cosa. Recordó que días antes, Emiko le contó un par de cosas sobre ese chico, Gaara, y había empezado a sentir algo de temor a que su hermano saliera mal herido de la pelea.

Llovía en Konoha, y desde el pasillo que daba al patio de la casa principal del distrito Uchiha, una pareja de recién casados disfrutaba de la calma que ese tipo de clima brindaba.

-Está todo muy tranquilo- Dijo con cierto deje de molestia Emiko.

-Lo dices como si fuera un crimen- Le contestó su esposo divertido.

-Eso es porque tú al menos has hecho algo, sales de la aldea y por lo menos puedes golpear a alguien-.

-No he golpeado a nadie. Cumplo mis misiones y estoy al servicio del tercer hokage-. Itachi la miraba divertido, era gracioso como ella se sacaba con facilidad. La adoraba.

-Sabes a lo que me refiero- Le dijo con una mueca -Por cierto, ¿Dónde está Sasuke? Últimamente se desaparece de seguido-. El rostro de Itachi cambió y ella supo que estaba preocupado por su hermano menor.

-Continúa entrenando, aún con este clima. Está decidido a ganar su combate con el chico de la arena-

-Es hijo del kazekage, se llama Gaara- Dijo sin expresión alguna Emiko.

-¿Lo averiguaste por el tercer hokage?-

-Si. Pero estuve cerca de él en la etapa del bosque de la muerte. Ese chico...me produjo una sensación muy fea- Dijo ella en voz baja.

-¿A qué te refieres?- Le preguntó preocupado el pelinegro.

-Hay algo en él que es muy malo. No sé decirlo, pero creo que se trata de una bestia con cola, como la que está encerrada dentro de Naruto- Se calló unos segundos y meditó en lo que estaba a punto de decir, al verse cuestionada por la mirada de Itachi, Emiko siguió hablando -La primera vez que me acerqué a ese chico, sentí el mismo escalofrío que sentí hace 12 años, cuando el zorro de 9 colas atacó la aldea, no porque tuviera miedo, sino porque sentí como el peligro me rondara-.

-Suena raro como lo planteas. Es decir, si fuera por ello deberías tener el mismo sentir cuando estas con Naruto, sin embargo, tú lo adoras-

-Claro que lo adoro, es mi hermano menor, aunque no tengamos la misma sangre. Pero a diferencia de Naruto, ese chico, Gaara, tiene algo maligno que lo rodea, no posee la misma calidez que Naruto, es algo más....oscuro-.

-¿Crees que será peligroso para Sasuke?-

-Es probable, por más que posea el sharingan, Sasuke aún es muy joven y si alguien como el cuarto hokage murió enfrentándose a una bestia con cola, no quiero pensar en que le ocurría a tu hermano. Solo espero que sean conjeturas y que nada malo ocurra-. Itachi la abrazó y apoyó su mejilla sobre la coronilla de su esposa. Era lógico que se sintiera preocupada, el mismo se sintió un tanto incómodo ante el pelirrojo de la arena, pero al ser una visita especial, no dijo ni hizo nada.

Ahora solo miraba y rogaba internamente que sólo fueran conjeturas de Emiko. Pero de ser verdad, sería catastrófico para la aldea.

-Deja de fruncir el ceño, a tu hermano le irá bien-. Escuchó hablar a Shisui.