CAPITULO 13: Mal presagio

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-¿Qué es lo que estaba haciendo?- Preguntó Sasuke con voz ronca a su compañera.

-¿Te encuentras bien?- Le preguntó Sakura con dulzura. Él la miró, estaba magullada, tenía heridas en el rostro, y su cabello...bueno, era tonto, pero le impresionó aún más esto que sus heridas. Ella, que en un principio parecía tan superficial, sacrificó su largo cabello rosa por salvarlos a los 2. No sabía cómo sentirse al respecto. El ruidoso despertar de Naruto lo sacó de su ensimismamiento.

-¿Qué diablos pasó?- Exclamó el rubio, mirando para todos lados para luego dirigir su vista a su compañera –Sakura, ¿Qué le pasó a tu cabello?- Era de esperarse que tuviera el poco tacto de referirse a ello, lo cual le bastó una mirada de fastidio por parte de Ino y Sasuke.

-¿Esto?- Dijo la chica mirando los mechones mal cortados –No es nada, no te preocupes- Contestó sonriendo. Sasuke la miró y notó que pese a su sonrisa, estaba triste, algo que su cabeza hueca compañero no iba a notar.

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Era la primera vez que debía cumplir con su rol de médico fuera del hospital. Yumi se sentía feliz de servir a su aldea, por fin. El tercer hokage les había pedido a ella y a la división médica a su cargo que atendieran a los chicos que estaban participando en los exámenes chunnin. Fue inesperado y a la vez un voto de confianza importante, la demostración de que su esfuerzo estaba dando su fruto. Se encontraba en una habitación de la torre del bosque de la muerte, preparando todo por si alguno de los chicos llegaba herido y así poder atenderlos, cuando oyó la puerta abrirse.

-Hace mucho que no nos vemos, Yumi- La aludida se volteó para encontrarse con los ojos azul oscuro de su mejor amiga.

-Eso es porque tú estás abocada a tu boda, y por eso ya casi no podemos hablar. Si eso pasa ahora, no me quiero imaginar cuando seas una Uchiha-. Dijo un tanto triste Yumi.

-Eso no ocurrirá- Contestó con seguridad Emiko –Tu siempre serás mi mejor amiga, la verdad es que me importan muy poco las costumbres de los Uchiha, cuando esté casada con Itachi tu serás bien recibida en donde viva, después de todo también será mi hogar-.

-Eres muy optimista al respecto- Comentó Yumi.

-¿Hay algo que quieras contarme? ¿Algún problema con Shisui?-

-Él quiere que conozca a su abuela. Pero, la verdad es que me da miedo hacerlo. Por lo que oí y tú misma dijiste, los ancianos del clan Uchiha están en desacuerdo con el actual manejo del clan.

Emiko no supo qué responder ante eso. Durante los preparativos para su boda había escuchado que los ancianos eran muy rigurosos y respetuosos de las viejas costumbres de su clan, y obviamente, la abuela de Shisui entraba en ese grupo. Sólo esperaba que su amiga no pasara un mal trago con la anciana. O al menos, que el amor de Shisui sea lo suficientemente grande como para hacer que la respeten, llegado el caso.

-¿Y tú? ¿Cómo van las cosas?- Preguntó Yumi cambiando de tema.

-Supongo que bien, un poco estresada por todo el asunto- Dijo con una media sonrisa.

-Entonces ya estás resignada-

-No sé si resignada sea la palabra. Verás, hoy tuve una charla con Itachi, y pues, desde entonces he estado pensativa y llegué a la conclusión de que no puede ser tan malo. En verdad creo que podemos llegar a hacer que funcione, aunque tenga que atropellar a esos ancianos-. Emiko sonaba tranquila, y Yumi se alegraba de oírla así. Pero más allá del asunto de los Uchiha, Emiko también tenía semblante tenso.

-Lo dices con mucha tranquilidad, aunque, te noto algo nerviosa, pero no creo que sea por Itachi, acaso por los exámenes-. Emiko observó a Yumi, mientras la escuchaba. Era una persona observadora y perspicaz.

-Solo que- Vaciló de si contarle o no lo que ocurrió. No tenía secretos con su mejor amiga. Pero también estaba cumpliendo órdenes, así que optó por ser franca sobre el asunto –Ocurrió algo en el bosque de la muerte, durante la prueba de supervivencia, no puedo darte muchos detalles, puesto que se trata de algo que el hokage me ordenó vigilar, pero sí puedo decirte que puede causar problemas. De hecho, llevo todo el día teniendo un mal presentimiento.

-Lo entiendo, aunque a veces, ese tipo de presagios pueden ser sólo nuestra imaginación- Dijo Yumi siendo comprensiva ante la presión que Emiko tenía en ese momento.

-Espero que sea sólo eso- Ambas jóvenes se pasaron un rato más conversando sobre trivialidades, y una vez que volvieron a sus deberes, Emiko no podía evitar sentir que algo malo podría ocurrir. Ya sea ahora o en el futuro, tenía la sensación de que algo malo se avecinaba a la aldea de la Hoja.

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Los combates estaban a punto de empezar, Sakura observaba paciente todo lo que ocurría, pero su mente estaba en los últimos acontecimientos vividos con Sasuke. Ella de verdad no quería que peleara, pero él pensaba otra cosa.

-Te pido que no le digas a nadie sobre lo que pasó y sobre la existencia de esta marca- Le dijo Sasuke.

-Pero, ¿y si de nuevo aparece? No es conveniente que pelees, por favor renuncia- Le suplicó la pelirrosa.

-Escúchame Sakura, no pienso renunciar, y lo sabes. Esta es la oportunidad de demostrarle a mi padre lo que puedo hacer. No es un simple examen para mí. Ascender a chunin me da igual, pero necesito demostrarle a él y a mi clan que no soy ningún niño débil- Le sorprendía escucharlo –No me importa lo que me ocurra en el proceso, necesito probar mi fuerza. Y no permitiré que nadie interfiera, aunque se trate de ti-

Era una cuestión de honor para él. Al ser de una familia de civiles no entendía las normas rígidas de un clan como el Uchiha, pero comprendía que quisiera ser notado por su padre, teniendo en cuenta la de cosas que había escuchado sobre el talentoso Itachi. Sólo esperaba que este asunto no llegara tan lejos.

-Bien, Sasuke, eres el primero del equipo en pelear- Escuchó a Kakashi decir.

-De acuerdo- Se limitó a responder el pelinegro.

Bajo la atenta mirada de Sakura, el combate empezó. Todo parecía normal, Sasuke mostraba sus habilidades y su contrincante también parecía fuerte, pero, esa marca nuevamente aparecía.

-No puede ser- Murmuró Sakura –No otra vez- Ella observaba como la marca de maldición parecía extenderse por el cuerpo del chico, pero de un momento a otro, retrocedió, como si el propio Sasuke estuviera peleando consigo mismo.

De nuevo sintió ese ardor en el cuello, era marca, supuso Sasuke. Esa maldita cosa que Orochimaru le había puesto.

-Déjate controlar por la oscuridad, Sasuke Uchiha- Escuchó decir a su oponente, ¿Qué rayos sabía ese tipo sobre su condición? –Muéstrame tu poder dominado por el odio-.

Odio, rencor, lo que sea, era como una peste tratando de propagarse dentro de él, y no podía permitirlo. Era consciente de lo que le dijo a Sakura previamente y de que había sonado un poco agresivo. No quería serlo, al menos con ella, pero debía hacerle entender cuál importante era para él esto. No era solamente un examen de promoción, era una prueba para él y su clan, demostrar cuan fuerte es el clan Uchiha, que por una vez su padre viera algo bueno en él y le prestara atención. No. Esto no era cualquier cosa.

-No lo haré. Te ganaré con mi propio poder-. Dijo y con toda su voluntad hizo retroceder la marca de maldición. Decidió atacar a su contrincante y acabar con esto.

CRONICAS DE UN AMOR SHINOBIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora