CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 40: Rescate - Parte 2

El equipo estaba listo, Shikamaru, Kiba, Neji, Choji y Naruto. Irían en busca de Sasuke. El chico del clan Nara, quien sería el líder del equipo, explicó el plan que seguirían como equipo, la organización que tendrían.

-Muy bien, es hora de irnos. Aún podemos alcanzar a Sasuke-. Todos asintieron, mientras Naruto pensaba en la firme resolución de traer a su amigo de regreso.

-Naruto- Escuchó el rubio que lo llamaban, al voltearse todos, se encontraron con el pálido semblante de Sakura.

-Yo...- No sabía que decirle a su amigo, se sentía inútil, impotentente -Me gustaría ir con ustedes- Susurró la pelirrosa. Shikamaru la observó y habló.

-Eso no será posible, Sakura. Ni siquiera tú pudiste detenerlo- Dijo el chico. Naruto siguió viendo a Sakura, con pesar y tristeza.

-Naruto, te lo pido por favor, trae de regreso a Sasuke- Dijo la chica con lágrimas en sus ojos. Naruto la miró y con su enorme sonrisa asintió.

-Es una promesa, Sakura. Yo traeré a Sasuke de regreso a la aldea-

-En marcha, todos- Dijo Shikamaru, posteriormente, el equipo partió de la aldea. Sakura escuchó a alguien acercarse, volteó su cabeza para ver que se trataba de Emiko.

-No puede ser, ya se fue-

-Emiko-san. Qué hace aquí?-

-Quería ver a ese cabeza hueca antes de que se fuera. Pero veo que llegué tarde- La joven vió el rostro de Sakura, la cual tenía sus rostro inusualmente apagado -No te preocupes- Dijo Emiko poniendo su mano sobre el hombro de la pelirrosa -Naruto hará lo imposible por traerlo de regreso. No tienes porque preocuparte- Dijo Emiko. Sakura la observó y asintió, debían tener fe en el rubio.

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Caminaba a su destino, uno funesto, pero aún asi su decisión era firme. Orochimaru era el único que podía darle el poder suficiente para aplastar a todos, conseguir el respeto de su padre y que su clan dejara de ser vilipendiado por todos en Konoha. El grupo se detuvo repentinamente, para sorpresa de Sasuke.

-¿Por qué nos detuvimos?- Preguntó con su gélido tono de voz el chico.

-Antes de llegar con Orochimaru-sama, tienes que madurar tu marca de maldición- Dijo uno de los 4 del Sonido. Ante la mención de esa marca, Sasuke llevó su mano hacia el lugar donde se encontraba, en su cuello. Tempestivamente le vinieron a la cabeza los recuerdos de lo acontecido ese día. De Sakura tratando de protegerlo y contenerlo, nuevamente estaba ese sentimiento cálido que sentía cuando estaba cerca de la pelirrosa.

-¿Qué diablos te sucede niño?- Le dijo la chica de cabello rojo, con agresividad.

-Nada. ¿Qué tengo que hacer para que esta marca madure?- Contestó Sasuke, anulando cualquier pensamiento respecto a Konoha. Nada de eso le servía en estos momentos.

-Vamos a meterte en una cápsula sellada, donde la marca madurará por sí misma. Una vez fuera de ella, estarás en condiciones de utilizar la marca a tu voluntad- Le explicó el hombre.

-De acuero, lo haré- Dijo Sasuke. Inmediatamente se vio rodeado por esos 4 extraños, procedieron a realizar una especie de jutsu, la marca comenzó a arderle, y finalmente uno de ellos lo metió dentro del enorme cilindro de madera. Una vez dentro, los miembros del sonido sellaron completamente el recipiente, para luego continuar su viaje.

-Con esto bastará, cuando este fuera, la marca de maldición ya habrá madurado. Sigamos- Dijo éste.

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