CRONICAS DE UN AMOR SHINOBI

CAPITULO 12: El bosque de la muerte - Parte 2

Entonces todo lo que dijo el hokage era verdad. Al principio pensó que eran puras exageraciones, que quizás el tipo este solo era un traidor con algún que otro crimen turbio. Pero el simple hecho de verlo en persona, de escucharlo hablar, le daba a Emiko una idea de lo siniestro que era. No era un juego.

-¿Y se puede saber qué es lo que quieres de Sasuke?- Preguntó de manera agresiva aun sujetándolo.

-Es un chico con mucho talento, ¿no crees? Un prospecto ideal, a mi parecer- Dijo Orochimaru con algo de sorna en sus palabras.

-¿Prospecto? Sé más claro, ¡¿de qué diablos hablas?- Se estaba impacientando, el hombre contestaba con evasivas únicamente.

-Ya que lo preguntas. Sasuke Uchiha es un prospecto ideal para convertirse en mi nuevo contenedor-. ¿Contenedor? Recordó otra cosa que habló con Hiruzen, sobre Orochimaru cambiando de piel como si fuera una serpiente, y su apariencia era como una. Entonces estaba claro lo que quería, hacerse con los poderes del sharingan.

-El clan Uchiha es sumamente respetuoso para con la aldea. No creas que el chico se irá por su voluntad a tu lado- Emiko replicó lo que Orochimaru le decía.

-Sasuke está hambriento de poder, y yo puedo dárselo, es sólo cuestión de tiempo para que acuda ante mí. Ya he dado el primer paso-. Ella se quedó atónita ante lo que el sannin había dicho.

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Sakura no sabía que más hacer, al ver a Lee caer derrotado, Naruto y Sasuke seguían en su misma condición, no tenía más alternativa que pelear. Y consiguió lanzarse al ataque, pero también salió sumamente golpeada cuando uno de los ninjas del sonido la agarró y comenzó a desquitarse.

-Miren el sedoso cabello de esta princesa, es tan largo y suave- Dijo la chica en tono de burla, sujetando a Sakura desde su largo cabello rosa.

-Es una lástima que vayas a morir, que desperdicio de cabello tan bonito- Miles de cosas se agolparon en su cabeza. Desde que era una niña que sufría el acoso debido a su frente. Pero hubo alguien en particular que cambió su visión sobre sí misma. Ino. La primera amiga que tuvo. Se habían conocido en el parque cuando la pelirrosa estaba llorando y la pequeña rubia se le acercó y así comenzaron a tratarse, unos días después le regaló un listón rojo el cuál usó hasta su graduación en la academia. Muchos creían que ellas se habían distanciado debido a que a ambas les gustaba Sasuke, pero era algo más profundo, al menos para Sakura. Para ella era una cuestión de superación, de saber que podía ser más que la sombra de Ino, estaba decidida a hacerlo en aquel momento. Sin embargo, con la formación de su equipo, nada había cambiado, seguía siendo una kunoichi que sólo era inteligente, al momento de las batallas era realmente inútil, como quedó demostrado en la misión en el País de las Olas. Estaba harta de sentirse así, de ver las espaldas de sus compañeros mientras la defendían. Tomó el kunai que tenía en sus manos, y lo posó cerca de su cuello, como si hubiera tomado una drástica decisión. Y lo hizo, cortó su largo cabello soltándose así del agarre de la chica del sonido. Era hora de empezar a hacerse fuerte.

Ocultos entre los arbustos, Choji, Shikamaru e Ino, el equipo 10, observaba todo lo que ocurría con el equipo 7. Para la rubia, fue una verdadera sorpresa ver a Sakura pelear, pues siempre la había considerado alguien muy tranquila. Pero en ese momento, ella estaba defendiendo a sus compañeros con todo lo que todo lo que tenía. Pero lo que más la sorprendió, fue el ver como cortaba su cabello.

Desde que eran niñas, estaba el rumor de que a Sasuke le gustaban las chicas con cabello largo, eso bastó para que ambas dejaran crecer sus cabellos hasta casi pasar la cintura. Algo cambió en la frentona, había algo que Sakura tenía más en claro que Ino en ese momento, aunque no podía descifrar que era. Pero eso era lo menos importante.

-Tenemos que ayudarla, sino la matarán- Dijo firme Ino.

-Que fastidio- Fue la contestación de Shikamaru –Pero tienes razón. El equipo Ino-Shika-Cho entró en acción a ayudar a su compañera.

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¿Hambre de poder? Emiko estaba demasiado confundida sobre lo que Orochimaru quería decir sobre eso. Sabía que Sasuke era un tanto arrogante y hasta a veces le parecía insoportable, aunque estos rasgos eran normales dentro de su clan. Pero no podía concebir que poder conseguiría recurriendo a este tipo tan retorcido. Teniendo en cuenta que tenía el sharingan y lo prodigioso que era el chico, le resultaba inverosímil.

-Muy bien, ahora mismo me vas a explicar a qué te refieres con eso de que Sasuke acabará yendo en tu búsqueda-. Dijo secamente.

-Muy sencillo, mi querida señorita, Sasuke no es feliz con el trato que le dispensan a su clan en esta aldea-. Contestó tranquilamente.

-Eso es algo que cambiará prontamente-.

-Lo sé. Sé perfectamente que estás a punto de casarte con el talentoso Itachi. Mis felicitaciones- Dijo de manera provocadora –Pero hay algo que nadie se ha dado cuenta hasta ahora. Sasuke es uno de los que más inconformes está con todo este asunto, él quiere hacer valer la supremacía de los Uchiha y la única forma en que puede hacerlo es por medio de la fuerza-. Se limitó a decir.

Era de sobra sabido que el niño no estaba de acuerdo con que su adorado hermano mayor contrajera matrimonio para evitar una guerra, pero llegar al punto de traicionar a su aldea por algo tan trivial, era demasiado. Había algo más, algo que, o no le estaba diciendo la sabandija que tenía en frente, o simplemente desconocía.

-Veo que has llegado a una conclusión. Lamento tener que dejar nuestra entretenida conversación, pero es momento de que me retire-. En un abrir y cerrar de ojos, se escabulló.

-¡Qué demonios!- Era una auténtica serpiente.

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Sasuke estaba adolorido, sobre todo sentía un fuerte ardor en su cuello. Lo recordó de golpe, fue el lugar donde ese sujeto extraño lo había mordido. No sabía dónde se encontraba, a su lado estaba Naruto, inconsciente, pero cuando alzó la vista se encontró con un panorama diferente. Tres ninjas del sonido, a un costado ese chico llamado Lee, también fuera de juego, el grupo de Shikamaru, y por último Sakura, fue esta la imagen que lo enfureció. Tenía heridas en el rostro, su cabello parecía arrancado, como si hubiera recibido una paliza.

-Sakura, ¿quién te hizo eso?- Dijo fúrico.

-Sasuke, despertaste, ¿Cómo te sientes?- Hablo de manera dulce ella.

-Responde, ¿Quién fue?-

-Fui yo- Respondió uno de sus enemigos con burla -¿Qué piensas hacer al respecto?-

Las marcas negras comenzaron a expandirse por todo el cuerpo de Sasuke, partiendo desde la marca de maldición de Orochimaru, ante la atónita vista de todos. Estaba consumido por la ira y la sed de vengarse de ese tipo. Lo que siguió fue un verdadero trauma para Sakura. El chico que siempre le gusto, el que a simple vista era perfecto, estaba masacrando a golpes a sus rivales, totalmente afectado por esa marca. En ese momento llegó a la mente de la pelirrosa lo que había le había dicho Orochimaru.

–Niña, Sasuke Uchiha esta sediento de poder, y yo se lo puedo dar. En su fan de ser poderoso para que le teman a su clan, el acabará viniendo hacia mí, en busca de mi poder-

No. Eso no podía pasar. No lo iba a permitir.

-¡Ya basta!- Corrió hasta alcanzarlo y lo abrazó por la espalda –Ya, detente, por favor- El chico miró por encima de su hombro hacia ella, enlazando sus miradas y lentamente la marca comenzó a retroceder.

Finalmente cayó agotado, sin ninguna noción de lo que estaba pasando.