Emma.
~24/02/2020~
Escribo en mi libreta lo que dice el maestro y luego él pregunta si entendimos. A lo que todos responden en coro que sí.
—Mañana enviaré un mensaje al chat grupal de la clase —añade —, indicando la hora en la que se deben acercar para hablar de cada uno de los prototipos en los que están trabajando, como nota final.
Empezamos a guardar todo aguardar todo y enseguida el timbre indica la culminación de clase.
—Tengan buena tarde, pueden retirarse.
Salgo en busca de mi mejor amigo, que pidió permiso para salir minutos antes, por un problema que tuvo al presentar una tarea.
—Emm, aquí estoy —lo localizo y sonrío, llegando hasta a él.
—¡Lukas...! —dejo a medias lo que diré, para que él termine.
—¡Con K! —me abraza pellizcando mi hombro, solo con el fin de molestar —. No fastidies —golpeo su mano.
—Tengo hambre, vamos a ver que hay en la cafetería. Los chicos se nos adelantaron
Doblo las mangas de mi camisa hasta que queden más arriba de mis codos.
—Ese es el mejor tatuaje que te has hecho —señala la pequeña calavera de donde salen mariposas, que tengo en mi antebrazo izquierdo
—El más hermoso y el que casi hace que mis padres me ahorquen —indico.
—¿Valió la pena el castigo y los días sin salir? —pregunta.
—Lo valió —aseguro, al mimo momento en que paso los dedos por la tinta impregnada en mi piel.
Apenas pasamos el umbral de la cafetería, luego de una larga caminata por el campus, las miradas se posan en nosotros. Cabe recalcar que al inicio me miraban mucho, por mi físico, pero poco a poco empezó a gustarme que lo hicieran.
Caminamos a la mesa con la comida una vez servida, para unirnos a la conversación.
—¿Cómo van con los proyectos para fin de semestre? —inquiere Julen.
—Yo voy paso a paso, no quiero ubicar algo mal algún cable y que cause algún corto circuito—habla Lukas, comiendo con desesperación.
—Yo estoy haciendo los últimos ajustes a mi prototipo. Mañana hablaré con el maestro Mesa, para ver que falta. Estoy rezando para que le dé el visto bueno y pasar a la etapa de ensamblaje.
—Lo haces sonar fácil —indica Julen.
—No es fácil, de hecho, comprendo a Lukas. Lo último que quiero es un incendio en la cochera.
Soltamos la risa que es opacada por los de la mesa de al lado.
En el lugar hay más personas que en la nuestra y toda esa atención se la lleva Milán Anderson que sonríe haciendo que las chicas que lo rodean, se derritan.
Alguien a mi lado suspira.
—Tiene una linda sonrisa —susurra Kora.
—La tiene, pero deja de desinflarte mujer. Es un chico como los que están aquí con nosotras.
—Rompes mi burbuja de ilusión.
—Voy al baño. ¿Vamos?
Tomamos nuestras mochilas y apenas entramos al lugar, empiezo a retocar mi maquillaje.
ESTÁS LEYENDO
Algo Cliché Pero Al Revés©
Teen Fiction¿Qué es lo primero que piensas cuando dicen cliché? Algo que es muy repetitivo, pero que nos gusta, leer, ver o incluso escuchar. Eso son Emma y Milán, solo que un tantito modificado. El chico tiene dos modos, como los lectores. En la universidad...