Capítulo 25: Acciones

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Milán.

~09/05/2020~


Camino entre los estantes, buscando algo que me agrade.

Hasta ahora solo llevo dos y como mucho quiero llevarme cinco. Puede que no los lea enseguida, pero no es pecado comprar los que guste.

Escucho como una mamá discute con su hija porque el precio de un libro que quiere comprar, es muy elevado.

Me recuerda a la vez que compre diez libros por mi cumpleaños. Mi mamá me decía que eran muchos, pero el problema es que era una saga y si tenía uno tenía que tener todos.

—Hola —miro a mi lado y encuentro a una chica —. ¿Leerás todo eso?

—No, no es para mí —miento —. Es un regalo para mi novia.

—Eso es muy lindo. Ella tiene mucha suerte.

—Amor —un chico llega con dos libros en la mano —. Encontré los que pediste. Segura que hoy hay descuentos, no quiere que mi bolsillo sufra de nuevo.

—Eso me dijeron, apenas entramos.

—¿Hay descuentos? —inquiero.

—Solo para las bilogías y trilogías. Tal vez y le encuentre unos a tu novia.

—Ella mencionó unos, ya le escribiré para que me diga el nombre.

—Suerte —dice el chico para mirar a su novia —. Estos también cuentan como regalo de cumpleaños —añade.

—Dijiste que me comprarías cuatro.

—Esto es mucho —indica

—Ay, anda. No te cuesta nada.

—Me cuesta mi salario, amor —la chica le da un beso rápido —. Solo uno más.

—Sí.

Se despiden y van en busca de más libros. Yo decido llevar seis en total. Pago y subo a mi auto.

Reviso el teléfono antes de conducir. Tengo mensajes de mi mamá y de Maya.

Ambos dicen lo mismo. Hoy Fanny se va, ya que se le terminaron sus vacaciones.

Una vez llego, bajo, dejando los libros en la guantera.

—Te voy a extrañar —la abrazo fuerte —. Ya suéltame, no seas meloso.

—Yo también te quiero.

—¿Iras a Londres?

—No prometo nada, pero si puedo, te diré.

—Vendré a tu graduación —indica.

—Te esperaré, pero si no vienes juro que te voy a verte y arrástrate hasta acá.

—¡Fanny, andando! —miramos a su mamá.

—Ya, ya voy —regresa su mirada a mí —. Otra cosita.

—No te daré mis gomitas.

—No quiero tu comida.

—¿Entonces?

—Aviéntate, se nota que te gusta. Cuidado y se te hace tarde.

—Apenas la conozco, es muy pronto.

—¿Hace cuanto que la conoces?

—Dos meses y algo.

—¡Dos meses! No amigo, eso es mucho —bufa —. Mira te diré como yo soy referente a las parejas. Los cinco primeros días, me la paso viendo si en serio me gusta. Los otros siete, salgo con él y lo que sobra del mes me dedico a conocerlo, después de eso, por alguna extraña razón, nos convertimos en novios.

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora