Milán.
~31/10/2020~
Miro al mejor amigo de Emma el cual parece estar un poco nervioso. Juega con sus dedos y trata de evitar mirar al interior de la casa.
—Yo quería saber si podemos hablar —dice.
—Pues no tengo nada que hacer ahora. Pasa —me hago a un lado.
Se adentra a la casa y me pide un poco de agua, así que vamos directo a la cocina. Bebe un vaso sumamente rápido lo que le causa hipo.
—Perdón —hipa —. Mierda, no se quita.
Espero a que pase el ataque de hipo y cuando se calma empieza a hablar.
—¿Tus padres no están?
—No, tomaron turnos extras hoy sábado para poder tener el lunes libre para Maya —se tensa un poco al escuchar su nombre —, porque yo tengo que ir a la universidad —añado.
—Bien. ¿Cómo está? Emma me platico lo que pasó —está vez soy yo el que se tensa al escuchar su nombre.
—Ella no es la misma, va a terapia, pero no sale de la casa más que para eso. Los primeros días le aterraba salir de su habitación, pero con calma conseguimos que lo hiciera.
—¿Sigue pintando? —inquiere y resoplo sacando una hoja del bolsillo trasero de mi pantalón. Le entrego la hoja doblada y cuando la expande, se cubre la cara con el mismo papel —. Ahora solo pinta con gamas oscuras. Desecho todos los colores vivos de sus témperas, acuarelas y acrílicos a la basura hace una semana.
—Le quitaron el color a su vida —murmura con la voz quebrada —. Es como una flor marchita.
Deja el dibujo a un lado y se pasa las manos por la cara. Sé que intenta no perder la compostura, así que decido levantarme de mi lugar para darle su espacio.
—Perdón, es que no es fácil.
—Lo sé, Lukas —saco los platos del escurridor y los coloco en su lugar —. ¿Gustas algo de comer?
—No, siento que si ingiero algo lo vo... —se corta en seco.
—¿Vomitarías? —pregunto, girando, ya que no responde. Al ver que sus ojos van en dirección a la entrada a la cocina miro a donde él, pero desde mi lugar no logro captar nada, así que me muevo un poco a la derecha y abro mis ojos al ver a Maya.
Tiene una ropa distinta a la que tenía en la mañana, el cabello mojado y los ojos algo rojos.
—Maya —me acerco y ella retrocede sin mirar a sus espaldas y cae sentada en el segundo escalón.
—No —se levanta, tambaleándose y sube las escaleras con prisa.
Al voltear choco con Lukas.
—¿La asusté? —inquiere.
—No, solo que... —miro las escaleras —. Solo que eres la tercera persona que ve y que conocía antes de lo que paso. Primero fue Emma —trago —. Y luego Jaden.
—Es que su cara denotaba miedo, se puso pálida.
—No es miedo a ti, es miedo respecto a lo que ella cree que piensas.
—Yo no pienso nada malo de ella. No podría —mira al piso de arriba y tomo una respiración fuerte —. Creo que es mejor que me vaya —pienso en detenerlo, pero quiero ir a ver cómo está mi hermana.
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Algo Cliché Pero Al Revés©
Fiksi Remaja¿Qué es lo primero que piensas cuando dicen cliché? Algo que es muy repetitivo, pero que nos gusta, leer, ver o incluso escuchar. Eso son Emma y Milán, solo que un tantito modificado. El chico tiene dos modos, como los lectores. En la universidad...