Capítulo 38: Lugares Seguros

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DOBLE ACTUALIZACION, SIGAN LEYENDO.


Emma.


~07/08/2020~


Me cruzo de brazos cuando escucho por tercera vez que el maldito maestro niega todo lo que pasó.

—Sea hombre para decir la verdad, maldita sea —siseo, cansada de sus mentiras.

—Señorita Clark, déjeme hablar por favor —pide la decana.

La mano de Cameron se posa en mi hombro, cosa que me tranquiliza un poquito. Resoplo, ya que llevamos como media hora aquí y nada que el problema se resuelve.

—Maestro —añade la maestra —. Usted dice que lo que me contó la estudiante Emma Clark es una mentira.

—Efectivamente.

—Que descarado —murmuro para mí.

—Muy bien, en ese caso lo que haremos será esperar al jefe encargado de las grabaciones de seguridad para revisar los videos de ese salón —el maestro se tensa y yo reprimo una sonrisa —. Pueden sentarse.

Espero al lado de Cameron. Mientras él se distrae hablando con su hermana en el teléfono —cosa que sé por una que otra mirada a la pantalla —, yo me recojo el cabello, ya que me da calor.

La puerta se abre diez minutos después y el encargo de la sala de seguridad le entrega una USB a la directora para después salir del lugar.

Sin perder tiempo ella empieza a revisar las grabaciones y resulta que hay dos cámaras en diferentes ángulos, la segunda viene de una cámara muy bien escondida en una esquina.

Lo que veo hace que mi piel se erice, me escucho hablar, luego gritar para que todo pase.

Cierro mis ojos tratando de tranquilizarme. Al abrirlos el video da por terminado. Mis labios tiemblan y siento como por mis mejillas bajan algunas lágrimas.

Las limpio, sorbiendo mi nariz al mismo tiempo.

—Por favor, Rivera, recoja sus cosas, cada una de ellas. Lo quiero fuera dentro de este establecimiento antes de lo que canta un gallo.

El despedido no dice nada, nada más me da una mirada de odio y sale de la oficina. Mi fuerza cae cuando no lo veo más, sollozo un poco mientras mi cerebro repite una y otra vez lo del video.

—Emma, en nombre de la universidad te pido una gran disculpa —niego.

—No es su culpa directora —limpio mi cara.

—Estás en todo tu derecho de demandarlo.

—Me quedo tranquila sabiendo que él no hará eso nunca más. Descuide.

Compartimos algunas palabras más y salgo del lugar, ya que Cameron se quedó hablando con la decana. Mi pulso se acelera con cada paso que doy para ir a recoger mis cosas y al llegar a la sala de maestros, todo está tranquilo, así que tomo las tareas saliendo con mucha prisa.

Ya en el auto me golpeo al abrir la puerta, me siento en el puesto del conductor sintiendo un poco de calor. Asi que antes de empezar a conducir enciendo el aire acondicionado.

Bajo del auto al llegar a la casa aun temblando un poco. Al parecer mis pasos son escuchados por mi mamá, ya que ella me dice que se encuentra en la cocina.

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora