Emma.
~05/12/2020~
Milán no dice nada por unos segundos, hasta que me aclaro la garganta.
—Disculpa, creí que estabas en la ducha —tomo la toalla y me envuelvo. No quiero que me vea así.
—¿Qué necesitas?
—Saber dónde pongo a la niña. ¿En la cuna o en tu cama?
—En la cuna —asiente y su mirada no se aparta de mi cuerpo cubierto —. Milán, en la cuna.
—Ya oí —toma la manija de la puerta y la cierra a medias, ya que la vuelve a abrir —. La verdad, ya la acosté, solo quería verte.
—¿Semidesnuda?
—Nada que no haya visto antes.
—Mi cuerpo no es como antes. Después de la cesárea, cambie mucho, tengo estrías, subí de peso y yo no me veo bonita.
—Tú eres hermosa, no digas lo contrario. Eres la chica más linda que mis ojos han visto Emma —su mirada no se despega de mi cara —. No vuelvas a decir que estás fea, por favor —trago y mis ojos se empañan cuando las lágrimas hacen presencia.
—Te espero afuera.
Sale dejándome con un montón de cosas en la cabeza. Me pego a la pared y mi cuerpo termina en el suelo, mientras trato de no llorar.
Solo quiero paz y tranquilidad. Solo pido eso.
Milán.
No sé si ya me estoy volviendo loco, pero juro que escuche un sollozo. Quise entrar a ver qué pasaba, pero en el momento en que escuche la ducha, me eche para atrás.
Resulta que cuando salí del baño, Natalia estaba más que despierta. Calmada por el momento, pero sin intensiones de dormir.
Juego un rato con ella, le hago mimos, pero su atención pasa de estar en mí, a mirar a mis espaldas.
—¿No se duerme? —pregunta y niego. Al mirarla no pasó desapercibido que tiene los ojos algo rojos —. Déjamela a mí, es seguro que tenga hambre.
Se la entrego y cuando ella descubre su pecho, Natalia no pierde tiempo y empieza a comer.
—Tenías hambre, no es cierto mi cielo —se sienta en la cama buscando comodidad.
—Tu papá dijo que puedo quedarme en el cuarto de visitas.
—No hace falta, puedes quedarte aquí —me mira —. Así estaremos pendientes los dos de ella.
—¿Dónde dormiré? —mira el lado de su cama desocupado —. No sé si estaría bien.
—Naty dormirá en medio de nosotros —me quedo en mi lugar —. Si tienes sueño, ya acuéstate —camino al lugar desocupado y me siento, cubriéndome con el edredón.
—Buenas noches.
—Descansa Emma —murmuro —. Si Naty se despierta, me haré cargo. Tú necesitas dormir.
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Algo Cliché Pero Al Revés©
Ficção Adolescente¿Qué es lo primero que piensas cuando dicen cliché? Algo que es muy repetitivo, pero que nos gusta, leer, ver o incluso escuchar. Eso son Emma y Milán, solo que un tantito modificado. El chico tiene dos modos, como los lectores. En la universidad...