Algo Cliché Pero Al Revés©

Capítulo 58: Natalia

Milán.

~27/11/2020~

Emma lleva hablando como veinte minutos de una manera tan fluida, que se me hace relajante escucharla. Se expresa tan bien que literalmente transmite lo que siente, sin embargo, cuando llega a la parte del abuso por parte de su profesor mi piel se estremece.

Me concentro en la pequeña que por ratos o único que hace es mirar el techo. La acerco a mi pecho y la dejo ahí, mientras inhalo lo delicioso aroma de bebé.

Aún no logro procesar que soy papá.

—Muy bien, Emma —regreso a la realidad al escuchar la voz de la psicóloga —. Gustas añadir algo más.

—No, por ahora —murmura, pero enseguida habla de nuevo —. ¿De casualidad el que no le pueda dar de amamantar a la bebé es por todo el estrés?

—Puede ser un factor, pero no le tomes importancia. Con los días lo conseguirás, además puedo afirmarte por todo lo que me contestes, sobre todo lo de los ataques de pánico, es que tú sufriste depresión perinatal, pero trabajaremos en eso —ella asiente y me pide a la niña —. Muy bien Milán, es tu turno.

Miro a Emma y ella me regala una pequeña sonrisa. Eso me hace tomar una bocanada de aire profunda que llena mis pulmones del aroma natural de Naty.

Emma.

Milán lleva dos minutos en silencio, sin embargo, luego de dedicarle una mirada a la niña, comienza a hablar.

No lo hace de la misma manera que yo, porque obviamente no hay confianza con la doctora, pero hace el intento y lo aprecio demasiado.

Poco a poco se adentra el tema de mi intento de violación y eso parece descolocarlo un poco. Sus manos se mueven con cada palabra y llega un punto en donde debe levantarse para tomar aire.

—Inhala por la nariz y exhala por la boca, eso te ayudará —hace caso y continúa hablando, pero esta vez va por el tema de su hermana.

Su voz quiebra y en varias ocasiones se pierde en su garganta. Mis ganas de abrazarlo son tantas e incluso, tengo el impulso de hacerlo, sin embargo, la doctora me detiene con una mirada de "por favor, dale un momento"

En minutos, logra recomponerse un poco.

—Yo me prometí cuidarla, pero no lo logre —murmura.

—No tienes la culpa de nada —le dice ella y él ríe amargamente.

—Lo peor es que todo parecía empezar a mejor un poquito, pero con él tema de Elliot, todo se fue al carajo —me tenso.

—¿Qué le paso a Elliot? —pregunto y él me mira con rapidez.

Enseguida la doctora parece darse cuenta, que de lo que él habla, yo ni siquiera estoy enterada.

—Emma, relájate —me pide con calma.

—No, que me diga —miro al chico rubio —. ¿Qué le pasó a Elliot, Milán?

—Mato a su padrastro —comunica, pasando las manos por su cara. Hace eso muy seguido —. También asesino a su hermana y mamá —añade.