Capitulo 10: Autos

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Milán.


~10/03/2020~


Su mirada es lujuria pura y se mueve por primera vez, logrando que mi cuerpo entre en calor.

¿En serio esto está pasando?

—Te lastimarás —siento su pulgar en mis labios y es cuando me doy cuenta de que esta mordiendo esa parte demasiado fuerte —. Y no queremos eso ¿Verdad? —se mueve más y jadea.

—No te muevas, por favor —murmuro.

—Si me quedo quieta ¿Cuál es el chiste de estar sobre ti?

Baja sus manos desde mis hombros a mi pecho muy lentamente, y me estremezco.

—Clark.

—¿Qué pensarías si te dijese que soñé contigo? —inquiere.

—Muchas cosas.

—¿Buenas o malas?

—Depende de lo que para ti signifiquen esas palabras y bajo que términos las uses.

Sonrie, relamiendo sus labios.

—¿Quieres saber cómo nos soñé?

—¿Estaba a tu lado en tu sueño?

—No exactamente a mi lado. Estabas sobre mí —murmura.

—¿Y yo que hacía sobre ti? —la molesto y ella mueve sus caderas, frotándose demasiado fuerte.

—¿No te das una idea?

—Pues puede que te hayas ahogado y yo te intentase reanimarte —suelta una risita.

—¿No tienes imaginación?

—La tengo.

—Entonces lo que quieres, es que yo te diga que fue lo que soñé.

—Tal vez.

Se inclina hacia adelante hasta llegar a su oído.

—Me follabas —susurra —. Primero estabas arriba —añade con dificultad —, entrando y saliendo de mi interior. Luego deje de sentirte e hiciste que girara dejándome boca abajo —coloco mis manos en sus caderas —. Hiciste que quedase sobre mis rodillas y entraste duro cogiéndome desde atrás. Era rápido, era tan duro, que se sentía bien.

—¿Te...? ¿Te gustó?

—Cómo no tienes idea, Milán.

Trago mirando a la ventana del costado y apretando mis manos en puños.

—Milán —la miro —. Anderson, reacciona —me sobre salto y regreso la mirada al frente.

Al ver que ella no está donde la imaginaba, me abofeteo mentalmente.

¿Qué demonios me pasa?

—Dios, creí que te había pasado algo.

—¿Que? —la miro, cosa que es un error. Ese vestido, me lleva me hace recordar lo que creo mi imaginación.

—Te decía que no debes pagarme, solo fue un favor —comenta y trago —. ¿Todo bien? Estas pálido.

—Si, sí. Solo pensaba en si tengo mis llaves conmigo —las saco de mi bolsillo —. Aquí están.

—Bien —sonrie. Su sonrisa es demasiado linda —. Gustas que te habrá la puerta —enarca una ceja.

Mi cuerpo se tensa en su totalidad y niego.

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora