Capítulo 63: Discursos y Celebraciones

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Emma.



~21/12/2020~



Paso las manos por el vestido para quitar las arrugas y suelto aire sonriéndome a mí misma. A mi reflejo. A la hermosa chica que logro lo que se propuso a pesar de todo.

Tomo el birrete y me lo coloco sin despeinarme, para ver cómo me queda.

Escucho un lindo sonido que llama mi atención y miro a Naty que está en su mecedora, mirándome.

—Dime como se ve mamá —le pido acercándome para tomarla en brazos y mirarnos las dos en el espejo —. Somos una reina y una princesa.

Su vestido es del mismo color que es mío. No es tan parecido en el diseño, ya que no teníamos tiempo para mandar hacerlo, pero las dos vamos a juego y eso es lo que importa.

—Emma, te estamos esperando —mamá llega y se sorprende al vernos —. Por dios, están hermosas.

—Vamos iguales.

—Ya lo veo —se acerca y nos abraza. Gracias a los tacones ambos quedamos a la misma altura —. Les tomaré una foto. Digan "graduación"

—¡Graduación! —acomodo el cintillo de ella una vez la foto está lista y luego mi toga —. Andando, después se nos hace tarde.

—Llevas lo de tu discurso.

—Tengo la hoja, pero sé que no la necesitaré —bajamos las escaleras y mis ojos se empañan cuando veo a papá esperándome al pie de las escaleras.

—Dos de mis tres princesas —lo abrazo y le entrego a Natalia, para ir a ver a los demás que están en la sala.

Los ojos de mi tío Aarón, Dylan, Lukas y Annie se abren de la sorpresa cuando aparezco.

—¡Te ves muy bella! —mi hermana corre a abrazarme y yo abro mis brazos —. Eres la mejor y mi ejemplo a seguir —eso casi me hace llorar.

—Estoy sin palabras —murmura mi tío —. Definitivamente, son las Clark más bellas que mis ojos han visto.

—Somos las únicas —le responde Annie.

—¿Dónde está mi acompañante? —inquiero y Dylan aparece. Su esmoquin es completamente negro y le hace resaltar su cabello —. La magia del apellido Clark.

—Tu mamá también es hermosa Emma.

—La más bella —le arrojo un beso a ella —. Ya vámonos, la decana me pidió estar allá antes de la hora dada.

Subimos a tres autos en total. Dylan va con mi tío Aarón. Lukas con Annie y Lance. Y yo con Natalia, papá y mamá.

La universidad nos recibe con estacionamiento al tope. Caminamos hasta el patio de la facultad que está hermosamente decorado y yo voy hasta la zona debajo de la tarima.

No puedo dejar a Natalia, porque lo intente y empezó a llorar.

—Decana, ya estoy aquí —ella voltea y me mira por unos segundos.

—Estás fascinante Emma —le agradezco —. ¿Y esa bebé? ¡Qué hermosa!

—Es mi hija. No la deje con mis padres porque empezó a llorar.

—¿Tú... Tu hija?

—Así es. Se llama Natalia.

—¿Cómo? —murmura y yo rio. Todos tienen la misma razón —. ¿Cuándo paso?

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora