Capitulo 02: Libertad Temporal

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Milán.

~28/02/2020~


Dejo la carpeta argollada sobre el escritorio de la profesora y regreso hacia mi asiento.

—Todo listo —digo en lenguaje de señas —. Dentro de unos minutos seremos libres por un tiempo.

—Solo ocho días, es muy poco —hace una mueca y la maestra lo llama —. Ya vuelvo —golpea mi nuca.

Regresa y antes de sentarse pasa su mirada pasa por Laia. Suspira mientras se sienta.

—¿Qué paso ese día que los deje en mi habitación? —mis movimientos son algo discretos, ya que ella nos está mirando.

—Pues, obviamente, me pidió que me dejase besar —sonríe —, pero me puse nervioso, se dio cuenta y solo conversamos —tuerce la boca.

—Miren eso, que bonito —saca el dedo del medio —. Eso no, niño malcriado.

—Me gusta.

—Lo sé —coloco un dedo sobre mis labios y le prometo guardar el secreto.

La campana suena y todos sueltan un grito de alegría. Salimos del salón entre tropezones, alguien toma mi mano y nos saca del montón de personas.

—Gracias Laia, me estaba ahogando.

—¿Tienen planes para las vacaciones semestrales? —dice, tanto en seña como en voz alta.

—Estamos en eso —hablo —. Quizás salga con mi familia.

—Trabajaré para completar el dinero de mi apartamento —responde Jaden.

—Bien, cuando te mudes puedes invitarme —sonríe haciendo que el chico asienta —. ¿Te gustaría salir conmigo?

Doy media vuelta y me alejo de ellos dos. A lo lejos veo que ella le repite la pregunta con algo de esperanzas en sus ojos y Jaden no dice nada.

—Vamos amigo, dile que si —susurro.

La sonrisa de ella desaparece a medida que pasa el tiempo.

Jaden le pide que no deje de sonreír y caminan por el pasillo hasta que no los veo más.

—Milán —volteo y encuentro a Dante —. Necesito un consejo.

—Si puedo, te ayudo. Dime.

—Para pedir una cita debo ser directo o primero converso con ella.

—Como gustes, y también, depende de cómo es la chica.

—A la vista, Emma es divertida y según lo que dicen...

—Espera, no te dejes guiar por lo que dicen. Debes de conocerla, no creer conocerla con lo que hablan los demás.

—Si entiendo —asiente varias veces y repite en voz baja lo que debe hacer —. Te lo agradezco.

—Ve y mucha suerte.

Asiente saliendo del campus de ciencia de la universidad. Hago lo mismo, pero me encamino a mi auto. Antes de subir, veo a Dante a lo lejos.

Efectivamente está hablando con la chica, ella le sonríe por algo que le dice y el lenguaje corporal de mi amigo me indica que está nervioso.

Leo los labios de Emma y dice "claro" mientras asiente. Él le regala una sonrisa de alivio, para que pueden seguir hablando.

Pongo en marcha el auto apenas subo.

En poco tiempo llego a mi casa. Apenas entro, me encuentro a toda mi familia en la sala.

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora