Capítulo 27: Como tú

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Emma.

~02/06/2020~


Miro a mi amigo quien tiene la misma cara que yo.

—Ellos ya lo hicieron —responde.

—No, Lukas, no lo han hecho. Desde hace tres meses les hemos llamado, sus excusas han sido que la transferencia falló, lo harán dentro de unas horas o simplemente no contestan.

—Déjeme llamarles —le pide y saca su teléfono.

Aunque hace que intenta, yo sé que no está haciendo nada.

—Sale fuera de servicio —miente, para luego mirarme.

—Mire, señor Davis, si no cancelan dentro de unas horas. Las notas que has obtenido hasta ahora se cancelaran del sistema y no podrá seguir recibiendo clases.

—Lo sé, lo sé —se levanta —. Antes de que termine el día, el dinero estará en la cuenta. Podría darme la información del banco.

Le entrega escrito en un papel y salimos del lugar.

Lukas no me mira ni nada. Trato de seguirle el paso, solo que me resulta complicado.

Sube a su auto, apenas llegamos al estacionamiento e intenta cerrar la puerta. Sin embargo, no lo dejo.

—Bájate, yo conduzco, luego regreso por mi auto —no dice nada —. Has caso Lukas.

Se mueve al asiento del copiloto para que yo pueda subir al del piloto.

—Sé que te puede animar —indico tomando la carretera principal.

Ya ha pasado una semana desde que nació Lance y cuatro días desde que le dieron al alta a ambos.

Según los nuevos exámenes que le hicieron a Annie, el cáncer avanza a un paso lento. Sin embargo, eso no nos hace sentir tranquilos, al contrario, nos pone más ansiosos, ya que las veces que los exámenes muestran esos resultados, es porque es más peligro.

Dentro de tres días iniciarán las quimios, cosa que pone muy ansiosa a la nueva mamá. Las dos veces que me he quedado en la fundación, la he visto caminar por los pasillos y prácticamente recorre los tres pisos del edificio.

Una vez llegamos al patio de la fundación, busco a Annie.

Ella está con Mari, Paula y Lance. Los dos últimos están en una manta sobre el césped,

La niña juega con el bebé, haciéndole mimos.

—Buenas tardes —saludamos al mismo tiempo.

—¡Lukas! —el chico toma en brazos a la niña, dejándome ver que eso lo alegra.

«Sabía que funcionaria»

—¿Cómo está esté hermoso niño?

—Come demasiado, pero me alegra, ya que me duelen un poco los pechos, porque se llenan rápido.

—¿Cómo te encuentras?

—La verdad, la verdad, me siento muy ansiosa, pero Mari me tranquiliza. Me comenta que no es tan malo como parece. Y así como tú estarás conmigo, ella también me acompañara.

Miro a Lukas quien juega con ambos niños.

—Pau, cuidado lastimas al bebé —dice Mari.

—¿Por qué hace así? —pregunta ella.

Las tres miramos al niño quien succiona su labio.

—Tiene hambre —responde la mamá. Annie toma al niño en brazos para luego mirarnos —. ¿No importa si le doy de comer aquí? Me cubriré.

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora