Emma.
~20/11/2020~
Cuando mis ojos alcanzaron a ver parte de su cuerpo salir de la iglesia, pensé que estaba alucinando o que era un sueño. Sin embargo, en el momento en que Annie me confirmo que, si era él, mis pies dieron el primer paso.
Esquivo a la gente y recibo uno que otro golpe de paso. El aire me pesa cuando queda más cerca. Por el movimiento de su tórax sé que trata de respirar y cuando noto que está mejor digo su nombre.
—Milán —se endereza y envuelve sus dedos alrededor de un papel que sostiene.
Poco a poco gira hasta que queda frente a mí. Está igual a como lo recuerdo, solamente que tiene el cabello un poco más largo, pero le queda bien.
—Emma, hola —noto como traga y por un momento veo al chico de meses atrás. Todo inquieto y nervioso cuando me veía.
—No esperaba verte aquí. Annie nunca mencionó que te había invitado.
—Lo hizo, pero no iba a venir —arrugo mis cejas —... O sea, no es que no iba a venir, tenía planeado hacerlo... No, no tenía —resopla —. Disculpa, es que mi boca y mente no conectan.
—¿Entonces ibas a venir o no?
—Fue una decisión de último momento —asiento y doy algunos pasos, sin notar que cerca hay una maceta y una planta.
Mi vestido se queda enredado y sin arruinar la tela trato de quitarlo, sin embargo, me quedo congelada cuando él aparta mis manos para hacerlo él mismo.
Se toma su tiempo y en varias ocasiones sus dedos rozan mi pierna gracias a la abertura que tiene. A lo que se levanta queda tan cerca que me es inevitable oler su perfume. Cierro mis ojos, mientras mi mente me regresa a esos momentos donde me quedaba con él en su casa.
—Clark —el roce de su piel en mi mejilla me hace estremecer.
—Espérate, estás muy cerca —automáticamente mis manos van a su torso.
—¿No me has extrañado, Emma? Porque yo a ti si, como...
—Como un demente —completo con él.
—Como un demente —afirma para luego tomar mi mano, dejar un beso en el dorso y dar unos pasos atrás.
Se arrodilla a recoger algo y me lo entrega.
—Te lo envía Maya —tomo las hojas de papel y abro el primero.
En la hoja está plasmado un dibujo de Mordiscos, el cual está mordiendo un juguete.
—Muy hermoso —abro la otra hoja y mi mirada recae en los trazos que forman la figura de Estornudos —. Es... Dios, es... Es Estornudos, mi Estornudos —las lágrimas empapan mi cara en segundos y caen en mi vestido.
—Hey, tranquila —sorbo mi nariz —. Le dije a Maya que el dibujo te haría llorar.
—Es precioso y perfecto —abrazo la hoja de papel sin arrugarla —. Gracias Milán —limpia mis lágrimas y luego retrocede.
—Ya iré adentro, te veo allá.
—Oye ¿Iras a la recepción luego?
—No, solo estaré aquí y luego me iré a mi casa. Es mejor ir poco a poco.
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Algo Cliché Pero Al Revés©
Teen Fiction¿Qué es lo primero que piensas cuando dicen cliché? Algo que es muy repetitivo, pero que nos gusta, leer, ver o incluso escuchar. Eso son Emma y Milán, solo que un tantito modificado. El chico tiene dos modos, como los lectores. En la universidad...