Capitulo 08: Números de Teléfono

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Emma.

~09/03/2020~


—Tomen asiento por favor, los detectives llegarán en un momento —los tres asentimos.

Yo tomo asiento frente a un escritorio, mientras que mamá y Lukas, en el otro.

La oficina es de tamaño regular, tienen dos escritorios, un gran archivero y lo que supongo es un baño.

—Buenas tardes —saluda una voz masculina —. Soy el detective Jacob Allen y él es mi compañero, Damián Russell.

Veo a ambos adentrase en la oficina, para enseguida sentarse.

—Nos dijeron que tú eres la chica que atacaron en la universidad —mira mi brazo vendado —. El día de ayer —se levanta caminando al archivero —, el ciudadano Dante Cooper puso una denuncia, más una orden de alejamiento, contra la civil Pamela Morris. La universidad nos facilitó los videos de seguridad, y en ellos vemos como la demandada te ataca con un arma blanca.

—Nosotros suponemos que harás lo mismo —habla el detective Russell.

—Sí. ¿Qué debo hacer?

—Primero tomaremos tu declaración —añade.

Todo lo que tengo hacer para que mi denuncia se haga oficial tarda bastante. Debo firmar varios documentos y repetir la declaración varias veces.

Una vez todo está listo les doy la mano a los detectives y salgo de la comisaria.

—Bien, yo tengo que ir al hospital —indica mamá. Da un beso en mi frente y luego un abrazo más beso en la mejilla a Lukas —. Llévala a casa —pide, mientras sube a su auto —¡Los quiero! Conduce con cuidado, cielo.

—Lo haré —contesta él.

Nos encaminamos a su auto y en poco llegamos a mi hogar.

—Creo que nuestra conversación de Maya se ha aplazado —comento y hace una mueca —. Si no quieres hablar no importa.

—Si quiero. Solamente que cuando escucho su nombre, recuerdo lo que le dije.

Lo tomo de la mano y caminamos a la sala.

—Bien, dime que pasó.

—Cuando te dije que saldría era porque iba a hablar con mis padres. Les llamé, contestaron y me preguntaron que donde estaba. Le dije que contigo, enseguida la actitud de mi padre cambio, así que colgué de la rabia cuando empezaron con esas palabras que me las sé de memoria. Fue ahí cuando Maya apareció. La noche paso de ser desastrosa a increíble, o eso parecía—toma aire para seguir hablando —. Conversamos por un lago rato hasta me pidió una cita. Admito que me gusta mucho que sea directa, pero le dije que por ahora debía concentrarse en su último año de colegio y que yo en mis semestres de universidad.

Coloca su cabeza en mi hombro.

—Ella lloró un poco por lo que dije, traté de tranquilizarla, pero se hizo a un lado. Después de eso me deseo buenas noches y se fue. La vigilé hasta que me di cuenta de que entro a su casa.

—¿Por qué volviste tarde? —inquiero.

—No sé, solo me quede sentado en la arena, pensando en la familia de sangre que me toco y ella. Simplemente, se me fue el tiempo.

—¿Si sabes que puedes ir a verla? Pueden hablar e intentar ser amigos.

—Pues no creo que funcioné. El día de dije la palabra "amigos", fue cuando me beso —ríe un poco.

Algo Cliché Pero Al Revés©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora