11. Bran

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El Cuervo de Tres Ojos

He viajado por algunos días a través de cuervos, visité algunas ciudades y a los pueblos que las habitan, buscando alguna señal de la bestia, Drogon.

Pero no hay nada

Es solo hasta que llego a Volantis y escucho las palabras de los pobladores que estoy convencido que Drogon trajo el cuerpo de Daenerys aquí.

Me paseo sobre las calles en forma de un cuervo, en busca de información, pero entonces veo a un grupo de sacerdotes y sacerdotisas rojos caminando en marcha por una calle abarrotada y una sacerdotisa que no podría olvidar Kinvara, protegen a alguien que no logro ver tiene una capucha que la protege de mi visión, varios soldados del mismo Dios también están con ellos.

Los sigo durante algún tiempo y se detienen en una pequeña casa, parece vacía así que los observo desde una ventana de al frente, ellos vigilan y esa persona entra dejando un par de guardias en la entrada me muevo más cerca hasta tenerla de vista.

Pasan unos minutos y un hombre de apariencia corpulenta entra vistiendo una gran armadura es un soldado, trae a un gran grupo de hombres bajo su mando, no entiendo que ocurre bajo estas apariencias pero es la mujer Roja, Kinvara la razón por la que debo averiguar todo lo posible.

Si ella está aquí realmente no debo correr el riesgo de nada, al parecer solo el hombre corpulento entra con mala gana y sus hombres hacen guardia junto a los de los Sacerdotes.

Pasan unos minutos más, pero debo oír algo que no solo sean susurros y destellos fugaces, debo poseer a un humano, pero es la distancia la que no me permite llegar a ese nivel, si lo hago podría destruir el cuerpo conducto de Bran y arruinar mis planes, me muevo a una de las ventanas de la pequeña casa donde de espaldas puedo ver al encapuchado y al hombre frente a este hablando.

-Majestad, debe entender que con ese mal entendido todos pensaron que el antiguo régimen debía volver. Es por eso que los amos nos ordenaron atacar a quienes aún apoyaran las ideas de libertad.

La Sacerdotisa Kinvara habla junto a quien usa la capucha, desafiando al hombre.

-Ahora está más que demostrado que todo no cambiará acaso no viste al gran Dragón cuando aterrizó, ¿quieren más sangre en las manos de personas inocentes solo por oro?

-No es por el oro mi Lady, tienen más poder del que creen, no solo son señores de las ciudades. Otros reinos no les conviene nuestra libertad y están uniendo fuerzas y aunque los ejércitos vinieran y se hicieran visibles no será tan fácil como la primera vez. Y si tienen el poder que pasará con nuestras familias.

-No te preocupes por sus familias estarán a salvo tienen mi palabra, Daenerys Targaryen jura que los defenderé mientras yo viva, pero el privar y agredir a inocentes te parece una buena señal de llamar mi atención- dice bajándose la capucha.

Daenerys

La maldita de los dragones está ahí frente a mi, su voz, su cabello plateado a la vista y esa maldita seguridad también.

-Disculpe por eso Majestad, pero estábamos desesperados y nunca agredimos a nadie, solo hicimos que los demás lo que creyeran y así llegara a sus oídos más rápido.

-Entiendo ahora que todo quedó aclarado, debe mandar a sus hombres a no revelarse a jugarme lealtad y no hacer ningún otro acto que no sea paz.

El bastardo mintió, la salvó o como demonios, pero no es posible vi su rostro, como lo apresaron el desgraciado si lo hizo vi atraves de él, en las visiones pero entonces como fue que no vi esto, como sigue viva.

El Dragón y Los LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora