42. Repetir la historia

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-Estás muerto..

-No. Tú lo estás- dijo sin titubear Robb Stark al mismo que sacaba su espada.

Tytos borró la sonrisa de su rostro cuando tres de sus soldados atacaron de forma traicionera al Stark y aún así en pocos segundos ya estaba tendidos en el suelo, muertos. Luego dos más lo atacaron por el costado, y ante los ojos de todos a pesar que más hombres lo atacaban el se mantenía duro combatiendolos, con la espada empapada de sangre, con la vista en su objetivo.

Tytos entendió que el hombre frente a él no era aquel del que sus aliados se burlaban. ¿Qué habían dicho sobre Robb Stark?

El Rey que perdió el Norte
Cachorro Stark
Un niño

Lo habían llamado un niño a pesar que aquel hombre tenía tres décadas de respirar en el mundo, apesar de ello sus aliados se recordaban entre risas que siempre lo sería ante "grandes" hombres y caballeros de la guerra. ¡Qué equivocados estaban! Tytos apostaría que el viejo Jonos Bracken se cagaría encima si viera al Robb Stark que tenía frente a él en ese momento.

Fuerte, valiente, orgulloso admitió para sí mismo con pesar. Era un rival al que tenerle respeto, él solo ya había acabado con una docena de sus hombres, y estaba seguro que acabaría con todos si seguían yendo a por él.
Así que cuando el último de ellos beso la tierra, ordenó que pararan y lo rodearán. Ante esto Robb no se encorvo ni retrocedió, si iba a morir lo haría luchando, llevándose con él hasta el último de ellos.

-Veo que todo lo que creía saber sobre ti, era mentira..

Robb no se molestó en seguirle el juego, utilizo hasta el último recurso para que se enfrentará a él.

-No sabes nada sobre mí Tytos, porque no dejas de oír la lengua de tus lamebotas y se lo preguntas a mi espada.

Tytos cambió su semblante burlón por uno amenazador.

-Las únicas respuestas que quería de ti ya las obtuve de tus aliados

No lo demostró pero dentro del Joven Lobo se desataba una tormenta de cuestionamientos. Había sido traicionado, ¿alguien lo delató?
¿Cómo?

-Si lo que querías era traerme hasta ti. Aquí me tienes. ¿Qué es lo que harás?

Tomó la espada con mango negro de la mano de uno de sus soldados y Robb estaba listo cuando su oponente dio varios pasos hacia él

-Matarte

Sacudió su espada de forma que al levantarla contra Tytos la sangre que antes chorreaba le cayó en la cara sobre los ojos, la nariz, los dientes.
El hombre solo cerró los ojos suspirando y cuando creyó que no podría ser más impredecible él sonrió. Dio una pasada con su lengua saboreando la sangre.

-Pero no hoy

Con un gesto los soldados detrás de él se abalanzaron cubriéndo su rostro. Eran demasiados, forcejeó pero lograron inmobilizarlo por completo con golpes en su cuerpo, cabeza y piernas.

El joven Stark estaba de rodillas en completa oscuridad, el sabor metálico de su sangre estaba en su boca, la herida que Viserial le había provocado se había abierto de modo que el ardor lo estaba consumiendo.
Los soldados lo tomaron de los brazos arrastrándolo por cada pasillo, delante de cada puerta, a oídos de todo el castillo. 

Luego de varios minutos con sus piernas arrasadas por la pesadez de su cuerpo, lo arrojaron a la celda más oscura e inhumana posible. No había nada en ese lugar más que una heladez que nunca había experimentado, pero no le importaba, ni el lodo, ni las humillaciones que cada uno de los hombres le gritaban. Ataron sus manos con cadenas pesadas, lo despojaron de sus armas, del cuero que portaba con el lobo orgulloso, su espada se había quedado tirada en ese campo y apenas  lo habían dejado en su ropa más liviana.

El Dragón y Los LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora