El Dragón y Los Lobos

47. La Reina Loca y el Traidor

Robb Stark cabalgaba con velocidad alejándose de Winterfell. Tal vez era lo incorrecto, tal vez se estaba equivocando de nuevo. Tal vez esa si era su última oportunidad para volver y recuperar su vida antes que las cicatrices se sequen y entonces ya no haya más lágrimas que derramar.

Pero todo fue solo eso, un tal vez, porque el Joven Lobo no flaqueo, empuñó las riendas y atravesó los bosques, los llanos, montañas y ríos, sin mirar atrás ni una sola vez. Daenerys, Rhaella, Rhaegar, Jon, todos tendrían que esperar, tendrían que dejarlo sanar, dejarlo hallar algo más. Y tal vez eso estaba con la mujer que abandonó, que cuando le abrió su corazón el solo respondió "Aún la amo".

Hace cuatro lunas

Los Salvajes han empezado a retirarse. Incluso antes de la llegada de Tyrion Lannister, Val les ha ordenado que sin importar el cómo salgan las cosas, tendrán que irse y sus objetivos esperar. Después de mi plática con ella, las cosas también se han tornado..difíciles.

Ella trata de evitarme, no me ha sacado de sus propias reuniones ni me ha pedido que me vaya. Es solo que..
Está esperando.
Espera mi respuesta, espera que le diga que sí me iré con ella, que si abandonaré a mi hija a todo lo que conozco para seguirla. Y en estas semanas separados. La he extrañado. Tal vez es una hipocresía, o una burla a mi propio honor, pero lo hago.

Dany y yo..
Ahora solo es un recuerdo. Y lo que siento por Val, se siente más confuso que nunca.

-Robb Stark -dice su voz de golpe.
Val tiene sus pieles, su cabello de lado y un extraño sentimiento en los ojos.

-Tyrion Lannister está aquí

-Estuve pensando que no es buena idea que me vea 

-En realidad creo que lo es.

Levanto mi cabeza en su dirección sorprendido.

-Si estás esperando una oportunidad para finalmente irte, ese hombre es tu salida. Él te conoce, cuando termine de decir lo que sus Reyes le enviaron, vuelve a Kings Landing o a Winterfell, a donde decidas ir.
Vuelve con ella.

Robb abrió la boca pero no dijo nada. Val seguía ahí plantada esperando un no, o simplemente una mirada que derribara sus suposiciones. Pero el silencio de Robb, era claro.

El aún no decidía.

Más tarde Tyrion Lannister y sus acompañantes fueron llevados hasta un gran cuarto negro, lleno de mesas largas y un viejo aroma que reconoció. Estaba en Castle Black pero el olor de la infelicidad aún vestía los pasillos. Después de unos minutos teniéndolos ansiosos por la espera, Val, Rollo, Conros, y más de una docena de Salvajes entraron a la Sala. El Verano había sido previsto en todos los reinos pero los Salvajes no abandonaban sus vestiduras de pieles pesadas.

Cada uno tenía el gesto más ceñudo que el anterior, formaban una trinchera desde su posterior hasta la salida, además de dos hombres que estaban a cada lado de la rubia. Tyrion estaba nervioso aunque no lo demostró, se levantó como un heraldo valiente y empezó a hablar.

-Gracias por recibirnos.

-Majestad -dijo uno de los Salvajes que la custodiaban.

-Refiérase a la Reina como su Majestad, enano.

Val tenía una media sonrisa en el rostro, y con una falsa cortesía respondió.