El Dragón y Los Lobos

38. Mi hijo

Robb Stark

Llego a la habitación con los curanderos pisandome los talones, y con la sangre tiñendo mis brazos.

-Coloquela sobre la cama muy despacio mi Lord.

La pongo a un lado y tomo su mano aún temblando. Ella no se mueve, está pálida, a perdido mucha sangre. Me obligó a exhalar el líquido que escurre de mis mejillas y nariz, debo mantenerme fuerte.

-¿Se pondrá bien?

No me responde, pero otra mujer entra, es Kinvara.

-¿Cómo está?

-Yo..no no losé.

Ella me examina rápidamente y se dirige al hombre.

-¿La herida compromete su vida ?

-No losé señora, ha perdido mucha sangre. Haremos todo lo posible pero debe llevarse al Lord Stark de aquí

-Solo va a impedir que hagamos nuestro deber

-No me iré, lo que deba hacerle me quedare con ella.

-Está bien pero intenté calmarse señor, lo necesita fuerte. Rhaegar lo necesita fuerte

-Ella está embarazada..¿como es posible? ¿Cómo pude ser tan estúpido de dejarla ir?

-Era lo que debía hacerse, su hermana está viva y aunque no lo crea era necesario.

-¿Puede perderla?

Me da una mirada de pena.

-Puede perderla, puede morir y entonces ¿que haré Kinvara?

-Ella no morirá

Me da una palmada en la espalda.

-Oraré a mi señor por su recuperación, estoy segura que se repondrá muy pronto.

Le da una mirada al hombre y se marcha.

-Perdoneme Lord Stark pero debo descubrirla, y aplicarle esto para parar la sangre. Después coseremos la herida

No soy capaz de responder, aún apretó su mano y meneo la cabeza.

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-Lord Stark..

Abro los ojos, aún sostengo la mano de Daenerys. Ella duerme tranquila su semblante ha mejorado.

-¿Qué sucede Kinvara?

-Disculpeme pero debe venir

-No me alejaré de aquí

-Es el príncipe Rhaegar

Regreso mi vista hacia ella una vez más y salgo se la habitación junto a Kinvara.

-¿Qué sucedió? ¿Le has dicho lo que paso?

-No fue necesario, todos hablan de eso.

-¿Cómo está?