55. Nunca se trató de un Juego de Tronos

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Le dedico este capítulo a la historia y el personaje que a pesar de no existir, me enseñó sobre el amor. Y como lo "ficticio" nos puede salvar.

A Daenerys Targaryen, mi Dany.

"La magia no debería existir para seres no extraordinarios, si cualquiera puede tenerla todos serían dioses. Hay que recordarles la belleza de tener una sola oportunidad. De amar y vivir solo una vez, y que ellos decidan si eligen sobre su hubiera"

II

La lucha continua, Val corre hacia la otra dirección y la sangre es un río creciente. Cuando entre muertos y espadas chocando, Jon desciende con su dragón blanco sobre el patio donde estamos. Lanzando llamas sobre varios profundos y bestias, nos da unos minutos de respiro. Pero no duran nada cuando me acerco y empieza a hablar.

-Daenerys ha desaparecido

-¡¿Qué?!

-La vi entre las nubes peleando contra parvadas de cuervos, ¡no hay tiempo maldita sea, sube ya! -grita decidido.

Me sujeto de Viserial y a la orden de Jon empieza a volar. Trato de ignorar el asombro cuando aumenta la velocidad, me sostengo de las escamas y apenas escucho lo que sigue diciendo.

-Algo más está pasando, puedo sentirlo. La vi sobrevolar entre la especes y luego nada, Balerion y Misandeia combatirán aquí, pero -su voz se corta y asciende bruscamente haciendo que suelte un quejido.

Buscamos en los cielos y Viserial suelta llamas sobre el campo de batalla mientras podemos. Pero nada de ella. Hasta que los dos lo oímos, perdemos equilibrio y el viento me arrastra hacia atrás hasta casi soltarme. Jon me sostiene con un brazo y hacemos un gran esfuerzo para volver a montar.

-¿Lo has oído?

Jon me da una mirada confirmándolo.

-Hielo..

-Azor Ahai..

Cruzamos los ojos cuando frente a nosotros una nube completamente roja y brillosa se atraviesa de repente. Jon parece perder el control, extiendo un brazo asegurándome que siga sobre el dragón, la presión me provoca debilidad en todo el cuerpo, el sonido de miles de alas es aturdidor, y entonces..
Empieza la verdadera batalla. Contra nosotros mismos.

Narrador Omnisciente

MÁS ALLÁ

Daenerys despertó finalmente. Sudaba entre las sedas y se agitaba bruscamente cuando esa dulce voz empezó a hablarle.

-Despierta ya, cariño. Tú hermano te espera en el jardín

Daenerys no la reconoció inmediatamente, creyó que estaba soñando. Pero pronto las facciones y esa sonrisa le mostraron la realidad.

-¿Dónde..qué? -reconoció su cuerpo pero sus años eran menores. No tenía cicatrices y veía la niñez en su piel.

-Te espera en el árbol limonero, Daenerys

-¿Mamá?

-¿Estás bien? Te advertí sobre aquellos pasteles querida, tú padre, que los dioses lo conserven, prohibió seguirlos sirviendo hasta que volviste a inaugurar aquel horror

Daenerys ignoró todo lo que la rodeaba y corrió a sus brazos. No la conocía pero en ese segundo deseo haberlo hecho toda su vida. Era justo como la imaginaba. Toda una Targaryen, de corazón dulce y..

El Dragón y Los LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora